jueves, 31 de enero de 2013

Nueva estrategia contra las drogas



No hay evidencia de que un país haya ganado la guerra en contra de las drogas. Lo factible es implementar estrategias para administrar el problema, pero nunca eliminarlo.

Si se elige la adecuada, se reducen los daños colaterales, que son la violencia y la corrupción, pero si se adopta la errónea, éstos se incrementan.

Siempre hay que dar la lucha contra el narcotráfico, ése no es tema de discusión, pero sí está a debate cuál es la estrategia que debe adoptarse sabiendo que se trata de un problema social que siempre va a acompañar a la sociedad. Ha sido así a lo largo de los siglos.

La llegada del presidente Enrique Peña Nieto y la reelección del presidente Barack Obama abren la posibilidad para que sus gobiernos discutan a fondo la necesidad de replantear la estrategia seguida hasta ahora.

Al centro de la discusión está el garantizar la salud y la seguridad a los ciudadanos de ambos lados de la frontera.

Peña Nieto puede argumentar que el enfoque punitivo del anterior gobierno, que produjo 70,000 muertos, fracasó y ahora se hace más evidente que ése no es el camino para hacer frente al tránsito de las drogas, en particular la cocaína, al mercado de Estados Unidos.

La cuota de muertos no redujo la demanda y tampoco alteró los precios.

Los niveles de consumo en Estados Unidos no han bajado en las dos últimas décadas, aunque sí ha variado el tipo de droga en razón de modas y la incorporación de nuevos productos, que incluye fármacos.

A esto se añade que son cada vez menos los estadounidenses, sólo 29%, que piensa que el problema de las drogas es grave, el porcentaje más bajo en la última década.

El nuevo enfoque debe privilegiar reducir al máximo los niveles de violencia y no tratar de eliminar el mercado de las drogas en sí mismo, que de entrada es una lucha perdida.

El problema debe verse desde la propia especificidad: Estados Unidos, el consumo, y México, el tránsito y, marginalmente, la producción.

La administración de Obama ha reconocido los límites del enfoque punitivo y tiende a centrase en uno preventivo, para abatir el abuso del consumo de drogas. Ante la legalización de la marihuana en los estados de Washington y Colorado, que contradicen la ley federal, expresó que no iba a hacer nada porque su gobierno tenía otras prioridades.

El gobierno de Peña Nieto ya no hace referencia a la lucha contra el narco, en esa línea debe mantenerse, pero todavía no es evidente cuál es la estrategia que está implementando para reducir los niveles de violencia.

Al inicio de su gobierno, tiene buenas condiciones para plantear a Estados Unidos adoptar una nueva estrategia de manera conjunta. La anterior terminó en un gran fracaso.

martes, 29 de enero de 2013

Los nuevos migrantes



Los migrantes por razones de trabajo ya no son los más numerosos en el mundo y ahora este lugar corresponde a los que deben desplazarse de manera forzada como resultado de los efectos de los cambios del medio ambiente.

A lo largo de la historia son dos las razones básicas que explican la migración: vivir de manera digna (trabajo) y proteger la vida (desplazamientos). La segunda es ahora la mayoritaria.

Hoy las más de las migraciones ocurren al interior de los propios países y son poblaciones que necesitan moverse afectadas por diversos tipos de desastres naturales, que en buena medida son provocados por la mano del ser humano.

En 2008, 20 millones de personas se vieron obligadas a desplazarse de sus lugares de origen a consecuencia de desastres ecológicos relacionados con el cambio climático.

Se calcula que en los próximos 40 años unas 200 millones de personas serán las desplazadas como efecto del cambio climático, según la Organización Internacional de las Migraciones (OIM).

La tendencia se mantendrá inalterada, por lo menos en los próximos 50 años. En África y Asia durante 2009 hubo 17 millones de personas afectadas por las inundaciones y fueron 42 millones en 2010, de acuerdo a un informe del gobierno inglés.

Esa fuente anuncia que el problema crecerá y estima que para 2060 en esa misma región del mundo los afectados por las inundaciones estén entre 114 y 192 millones de personas.

La Convención de Naciones Unidas de 1951 no protege al nuevo tipo de refugiados, que es también un migrante. Samir Naïr propone que se establezcan nuevas categorías, para hacer frente a la nueva realidad, que podría ser “refugiados por el clima” o “refugiados por desastre natural”.

Los países, la comunidad internacional y los organismos multilaterales no pueden cerrar los ojos a esta realidad y tienen que hacerse cargo de ella. A nivel mundial deben abrirse espacios de discusión, que deriven en el reconocimiento de éste nuevo tipo de refugiados.

martes, 22 de enero de 2013

Ruben Aguilar


Twitter: @RubenAguilar
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Nuevo cártel: Los mazatlecos
Es un grupo que creció como una célula al servicio del cártel de los Beltrán Leyva, pero que ahora opera como un cártel independiente. Días atrás fue incluido en la “lista negra” de los grupos dedicados al narcotráfico, por el gobierno de Estados Unidos. A la cabeza del mismo está Fausto Isidro Meza Flores, alias Chapito Isidro o Chapo Isidro.
Las autoridades estadounidenses sostienen que Los Mazatlecos se enfrentan ahora al cártel del Pacífico, que encabeza Joaquín, El Chapo, Guzmán, en la disputa por territorios en el estado de Sinaloa y por las rutas de tránsito de las drogas hacia Estados Unidos.
El grupo es investigado por la PGR desde 2010, pero no existen órdenes de captura de ninguno de los integrantes de su cúpula, que son todos familiares de Meza Flores. En julio de 2012 fue detenido su tío Agustín Flores Apodaca, que era miembro de la misma.
El Chapito Isidro, de 30 años, tiene su centro de operaciones en Guasave, Sinaloa, desde el año 2000, de acuerdo al gobierno de Estados Unidos, que también dio a conocer los nombres de la dirección del grupo, que son la esposa, los padres, las hermanas y los tíos de Meza Flores.          
Los Mazatlecos, que son fuertes en el norte de Sinaloa, han introducido y distribuido grandes cantidades de metanfetaminas, heroína, mariguana y cocaína al mercado de Estados Unidos, que se mantienen como el más grande del mundo, para todo tipo de drogas.
El enfrentamiento en los últimos cuatro años entre el cártel del Pacífico y Los Mazatlecos, que es particularmente violento, es la causa de un buen número de los asesinatos en Sinaloa y también del aumento de los secuestros, según las autoridades estadounidenses.
Las zonas donde se concentra la disputa territorial de estos grupos son los municipios de Choix, Los Mochis, Guasave, Guamúchil y la plaza de Mazatlán. A partir de ahora a la lista de los cárteles ya existentes habrá que añadir el de Los Mazatlecos.

lunes, 21 de enero de 2013

Pulverización de los cárteles



Al inicio del gobierno del expresidente Felipe Calderón (2000-2006) sólo había seis grandes cárteles y al finalizar el sexenio éstos sumaban entre 60 y 80 cárteles, contando los “chicos y medianos”, según el titular de la Procuraduría General de la República (PGR), Jesús Murillo Karam, quien fuera Gobernador del estado de Hidalgo.

La pulverización de los cárteles es producto de la estrategia que el gobierno anterior siguió en su guerra en contra del narcotráfico, sostiene el Procurador y añade, que al privilegiarse el ataque a las cabezas propició que los “mandos verticales se hicieran horizontales”, lo que derivó en la fragmentación de los liderazgos y la aparición de nuevos grupos. El Procurador de manera textual plantea: “La investigación se enfocó sobre cabezas, es decir, no se les hizo a la banda, al grupo delictivo, y esto generó que los segundos, generalmente los más violentos, los más capaces de matar, se empezaran a apoderar o a generar sus propios grupos”. La estrategia anterior planteaba, es cierto, la fragmentación de los cárteles para debilitarlos. Los responsables de la misma proponían como el buen modelo a seguir el de Estados Unidos donde, según ellos, había muchos pequeños grupos, pero no grandes cárteles que atentaran en contra de la seguridad del Estado.

Ellos, es cierto también, que ante la pulverización de los cárteles y la violencia que le siguió, que sabían formaba parte de lo mismo, tenían serias dudas sobre si la estrategia que se estaba implementando realmente aportaba a la solución del problema. Estos funcionarios, en privado, reconocían que no tenían buenas respuestas para explicar el aumento desbordado de la violencia y tampoco argumentos contundentes para asegurar, como lo habían pensado originalmente, que la pulverización llevaría a la reducción del poder de los narcos.

Murillo Karam anunció que los órganos de inteligencia trabajan ya en la identificación de estos nuevos grupos y en precisar las zonas geográficas donde actúan.

Es una información clave, para operar cualquier estrategia de lucha en contra del narcotráfico.

La opinión pública debe ser informada, a la brevedad, del resultado de esta investigación. El gobierno ya dio a conocer su plan general de seguridad, pero falta que se precise el modelo a seguir en la lucha en contra del narcotráfico. De lo dicho por el Procurador queda claro no será la pulverización. Es una buena decisión, ya se vio no dio resultados y sí generó mayores problemas.

Hay diversas posibilidades para hacer frente y administrar este problema. Son cada vez más las voces que se pronuncian por la legalización, al principio la marihuana, como parte de la estrategia de solución a la realidad social de la producción, tránsito y consumo de las drogas. ¿Cuál es la nueva estrategia? ¿Cuál es la posición del nuevo gobierno sobre la legalización?

miércoles, 16 de enero de 2013

El pacto: ¿quién gana o pierde?

Rubén
 
Twitter: @RubenAguilar
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El Pacto por México surge de la valoración política que hacen los grandes partidos (PRI, PAN y PRD), y también el gobierno, de que solos no pueden sacar adelante ninguna iniciativa de ley que posibilite hacer los cambios que el país requiere y de la aceptación de que eso requiere del acuerdo. 
Los partidos y el gobierno hicieron el cálculo político de qué les significaba participar o no en un diálogo que derivara en un pacto y luego tuvieron que valorar lo que representaba firmarlo o no. Todos, finalmente, decidieron añadirse.
Quienes lo firmaron corren riesgos, pero tienen mucho que ganar. El que más es el gobierno, que puede sacar adelante reformas que resultan claves, para que el país resuelva problemas que arrastra desde hace años, precisamente por la imposibilidad de que las fuerzas políticas llegaran a un acuerdo.
El gobierno ha visto ya cómo han pasado la reforma educativa y la que da más atribuciones al IFAI, para mencionar algunas.
El gobierno gana también porque genera la percepción de que es un buen negociador y alguien que sabe hacer política. Se crea también la imagen de que dialoga con la oposición.
Gana el PRD, que evita la lógica bipartidista del PRI-PAN, y logra incorporar a la agenda temas sustantivos de su propia agenda. Su inclusión al pacto los distancia de la imagen de un partido rijoso y genera la percepción de que tiene propuestas y sabe negociar. López Obrador, al abandonar al PRD, se lleva consigo buena parte de los negativos del partido.
El PAN también gana. Después de 12 años en la Presidencia de la República y de la derrota en la última elección, que lo coloca como la tercera fuerza, no tenía más posibilidad que muy rápido superar su pérdida y convertirse en una oposición responsable. Estar en el Pacto le permite participar de la discusión y hacer valer la fuerza que ahora tiene.
En este momento, para los partidos y el gobierno, abandonar el Pacto trae consigo costos muy altos en términos de eficacia política y también de imagen. Si se rompe, el gobierno es quien más pierde. Así, el PAN y el PRD le podrían bloquear cualquier iniciativa de ley en el Senado.
Perdería también la aureola de alguien que sabe negociar y hacer política.
El PRD pierde si se queda al margen de las decisiones y se articula una alianza PRI-PAN, que lo haría a un lado. Volvería la imagen de partido rijoso y le sería más difícil proponerse como una alternativa de izquierda distinta a la del “nacionalismo revolucionario”, de cuño priísta, que enarbola Morena, de López Obrador.
La pérdida para el PAN también sería evidente al reducirse su espacio de maniobra en su relación con el PRI, que ahora se fortalece en su alianza con el PRD, y quedaría a merced, en buena medida, de la agenda que le marcara el PRI.
El Pacto no es un remedio milagroso a los problemas del país, pero sí es un instrumento, que abona en la solución de los mismos.

Nuevos satélites mexicanos ¿mejor servicio?



El Sistema Morelos, que cuenta con tres satélites, está por concluir su vida útil. El último que se puso en órbita fue en 1994 y de eso ya han pasado 18 años. Este sistema es el que ha cubierto las necesidades de telecomunicaciones del país en estas dos últimas décadas.

En 2009, el gobierno del presidente Felipe Calderón, para renovar el sistema satelital mexicano, mandó construir tres satélites de última generación. En ese momento la cabeza de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) era Juan Molinar Horcasitas.

El pasado 19 de diciembre tocó al nuevo gobierno el lanzamiento del primero de esos satélites, el Bicentenario, desde la Guyana Francesa. Así, entra en operación el Sistema Satelital Mexicano (MexSat) que sustituye al Sistema Morelos.

El segundo satélite será lanzado en octubre de 2013, desde Baikozarán, Kazajstán, y el tercero en septiembre de 2014. El Bicentenario operará para servicios fijos y los otros dos para servicios móviles.

La inversión total del sistema MexSat es de 1,600 millones de dólares que incluye la construcción y lanzamiento de los tres satélites y el seguro de los mismos, de acuerdo a la SCT.

Los centros de control del sistema seguirán siendo los que ahora se ubican en Hermosillo, Sonora, y en la Ciudad de México.

El Bicentenario, que pesa tres toneladas, fue lanzado desde un cohete espacial Ariane y tardará un mes en ubicarse en su órbita y empezará a ser útil a partir de febrero del 2013.

Las funciones del satélite serán las de llevar servicios de Internet, voz e imagen, vía la banda ancha a zonas donde debido a la orografía no tienen más que esta opción.

El nuevo satélite permitirá ampliar las capacidades para la prestación de servicios de banda ancha en todo el país, la telefonía celular, la telemedicina y también los servicios que se requieren en educación y seguridad nacional.

De acuerdo al secretario de la SCT “con el lanzamiento del satélite Bicentenario tendremos la tecnología más avanzada del mundo para la implementación de plataformas informativas y bases de datos que se utilizarán para fortalecer la seguridad nacional”.

La puesta en marcha del nuevo sistema satelital mexicano debería influir en un mejor servicio de telefonía celular e Internet, hoy muy deficientes, y también abaratar el costo de los mismos. Ya veremos.

martes, 15 de enero de 2013

Sigue la violencia



Los datos de diciembre revelan que la violencia continúa en los mismos niveles de los últimos meses del gobierno del presidente Felipe Calderón (2006-2012). Uno de los ejes estratégicos del gobierno del presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) es devolver la paz, que implica reducir los niveles de violencia.

Es muy pronto para hacer una valoración sobre si la nueva estrategia de seguridad planteada por el actual gobierno va a permitir que eso suceda, pero es algo a lo que está obligado y debe ofrecer resultados. En buena medida, el voto de rechazo al PAN se explica como consecuencia del fracaso de la guerra.

La expectativa, a nivel nacional e internacional, es que el gobierno de Peña Nieto reduzca, en un corto plazo, los niveles de violencia que existen en el país. Se espera que pronto vuelva el número de crímenes dolosos que existían antes de Calderón y a partir de ahí se retome la tendencia a reducirlos como venía sucediendo desde hace 40 años.

Cuando Calderón asumió su mandato había ocho crímenes dolosos por 100,000 habitantes y al término de su gestión eran ya 24 crímenes dolosos por 100,000 habitantes. El aumento es producto y consecuencia de una estrategia equivocada para enfrentar al narcotráfico.

El nuevo gobierno ya ha realizado la crítica de la estrategia implementada por el anterior y también definido y hecho pública la nueva estrategia.
A pesar de su evidente fracaso, Calderón insistió, hasta el último momento de su mandato, que el próximo gobierno debería continuar con su estrategia. Eso ya no ocurrió.

El zar antidrogas de Estados Unidos, Gil Kerlikowske, ha dicho sobre el nuevo gobierno de México: “Creo que es importante que se reevalúe la estrategia que quiere usar el Presidente para reducir la violencia” y añadió: “Fui jefe de policía durante mucho tiempo y desde luego realizábamos cambios (...) en las medidas para proteger a nuestros ciudadanos”.

La decisión de la “guerra” fue de Calderón, Estados Unidos nunca la pidió. Las autoridades estadounidenses a Peña Nieto no le solicitan continuar la guerra.

En la gestión del actual gobierno un claro indicador de éxito va a ser si abatió los niveles de violencia y logra que la ciudadanía pueda realmente gozar de seguridad y hacerse presente, sin miedo, en todos los espacios públicos.

Al gobierno, a nombre del Estado, corresponde diseñar y operar las estrategias de seguridad que garanticen la paz y la tranquilidad, condición para que se desarrolle la sociedad. La propuesta y ejecutada por el gobierno anterior fracasó. Ya veremos si la ahora planteada es capaz de hacer realidad el primero de sus cinco objetivos estratégicos: construir un México de paz.

viernes, 11 de enero de 2013

La carroza de Bolívar

Rubén

Twitter: @RubenAguilar

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Este libro de Evelio Rosero articula y entrecruza cuatro historias, cuyo ir y venir es resuelto por el autor de forma magistral: la del doctor Pastor y su familia; la de Pasto y sus tradiciones; la de la Colombia de los años 60 con la presencia de la guerrilla y el narco; la de Simón Bolívar. Cada una tienen su lugar, pero al mismo todos se cruzan y pasan a formar parte de un todo, de una sólo historia, la que cuenta Rosero.

La carroza de Bolívar
Evelio Rosero
Editorial Tusquets
México, 2012
pp. 389

En apariencia todo parece funcionar muy bien en la vida del doctor Justo Pastor Proceso: es un reconocido y apreciado ginecólogo en Pasto, una pequeña ciudad al sur de Colombia; está casado con una mujer muy guapa,  Primavera Pinzón; tiene una hija pequeña y otra adolescente, una buena casa y una finca a las afueras de la ciudad, para pasar días de campo. Su afición es investigar la verdadera historia de Simón Bolívar (1783-1830), a partir, sobre todo, del estudio de la obra del historiador nariñense José Rafael Sañudo Rafael Sañudo (1872-1943).
Ese mundo aparentemente idílico empieza a desmoronarse con ocasión de la fiesta de los Inocentes y el desfile del Carnaval de 1966. El doctor, para esa ocasión, encarga al maestro Tulio Abril una carroza alegórica, que ofrece su visión del Libertador. Él piensa que ésa es una buena forma de dar a conocer sus ideas sobre quién fue Bolívar realmente. La fabricación de la carroza se mantiene en secreto. En la medida que sus amigos, las autoridades, el Ejército, la guerrilla y demás se enteran de lo que pretende el doctor la situación se le empieza a complicar.
Todos se oponen a su proyecto, pero él sigue adelante y empieza, entonces, a sufrir las consecuencias de su decisión. Poco a poco pierde a sus amigos, pero también el respeto de los otros. El escultor que elabora unas tablas que van a estar en la carroza es atacado y las piezas destruidas. En ese cambio de escenario, producto de su “herejía”, se da cuenta también que su mujer tiene un amante, que sus hijas no lo quieren, que sus amigos se han aprovechado siempre de él.
En la obra, Rosero articula y entrecruza cuatro historias: la del doctor Pastor y su familia; la de Pasto y sus tradiciones; la de la Colombia de los años sesenta con la presencia de la guerrilla y el narco; la de Simón Bolívar. La manera que el autor resuelve el ir y venir de estas cuatro historias es magistral. Todos fluyen y ninguna se siente forzada. Cada una tienen su lugar, pero al mismo todos se cruzan y pasan a formar parte de un todo, de una sólo historia, la que cuenta Rosero.
La historia presente transcurre entre fines de 1966 y comienzos de 1967. En esa época buena parte del  Continente, Colombia no era la excepción, vivía una etapa de afanes revolucionarios. La novela da cuenta de ellos. En ese entorno se mueve la vida de Pasto y los pastusos con sus costumbres y maneras. Ahí es donde ocurre la historia personal del doctor Pastor y su familia. Es una vida, como la de todos, con alegrías, tristezas, amistades, encuentros, desencuentros, amores, infidelidades, despecho, rabia, odio, estupidez, violencia, heroísmo, entrega y generosidad. De todo eso que hace la vida cotidiana, la de todos los días.
La cuarta historia ofrece una revisión crítica, que resulta  demoledora, de la figura del Bolívar construida por la historia oficial. El autor plantea que esta nueva forma de ver al Libertador se basa en documentos de los cronistas de la época y también de las versiones sobre los hechos que han pasado de boca en boca, generación tras generación. La obra Estudios sobre la vida de Bolívar del historiador nariñense José Rafael Sañudo resulta clave, pero no es el único texto crítico sobre la figura de Bolívar.
La primera de todas, para mencionar algunos, es   Memorias de Simón Bolívar y de sus principales generales, publicada en 1828, obra de Ducoudray-Holstein (1772-1839), que conoció personalmente al venezolano. Está también la crítica de Carlos Marx (1818-1883) quien en 1858 retrató a Bolívar como dictador y un “Napoleón de las retiradas” por su persistencia en la derrota, por lo menos antes de 1819. En 1951, Salvador de Madariaga (1886-1978), el humanista español, publicó Bolívar, en la que lo acusa de hombre cruel, ávido de gloria y exhibicionista pomposo.
Rosero ofrece una crónica precisa del paso de Bolívar por el sur de Colombia. Detalla los hechos de la famosa navidad negra, el 24 de diciembre de 1822, cuando Sucre y Sanders, por órdenes de Bolívar, envisten contra Pasto, ciudad indefensa. En esos días habitada sólo por mujeres, niños y ancianos. El 25 de diciembre amanecieron 400 muertos. Da cuenta también del fusilamiento de Piar y la traición a Francisco Miranda que Bolívar entrega a los españoles, para que lo fusilen.
El texto de Rosero es gran literatura y pienso es una obra mayor. Sorprende la manera como mezcla las cuatro historias a las que hago referencia, pero también llama la atención los retratos que hace de cada personaje, la capacidad para penetrar en ellos, para decirnos quiénes son, que sienten y cómo piensan. La solidez de la investigación histórica en torno a la figura de Bolívar; la manera en que recrea las batallas, los asesinatos y la persecución de las niñas vírgenes, que gustaban al venezolano.
La escritura de Rosero es poderosa, rica y al mismo tiempo es diáfana y directa. Nunca se pierde. La narración avanza, va y viene en el tiempo, pero con una claridad que siempre se agradece. La nitidez con la que avanza la historia supone un trabajo riguroso, una depuración permanente de cada oración, precisamente para que tenga fuerza y no haya posibilidad de confusión. La novela me gustó mucho.

jueves, 10 de enero de 2013

Cárteles centroamericanos



Los cárteles mexicanos se hacen dueños, a partir del 2000, de la ruta de introducción de la cocaína de Colombia a Estados Unidos, que deja de pasar por el Caribe, como se había hecho hasta entonces, para seguir la ruta terrestre de Centroamérica a México y luego cruzar la frontera hacia territorio estadounidense.

Los requerimientos logísticos que trajo consigo la apertura de esta nueva ruta, por donde pasa 90% de la cocaína que se introduce a Estados Unidos, hicieron necesario el surgimiento de cárteles centroamericanos asociados con los mexicanos, para hacerse cargo del cruce de los cargamentos por sus países.

Las autoridades de la región refieren que se han creado cárteles locales en El Salvador, Honduras y Guatemala, lo que se conoce como el Triángulo del Norte, pero que éstos no se han constituido en Panamá, Costa Rica y Nicaragua, que es el corredor sur de Centroamérica.

En razón de la geografía y de las necesidades que plantea el traslado de la cocaína, en su paso de Colombia a Estados Unidos, los cárteles locales se han consolidado y también crecido en Honduras y Guatemala, que tienen costa en el Atlántico, y no tanto en El Salvador, con costa en el Pacífico.

Los cárteles en Guatemala son grupos familiares, a la manera de la mafia italiana y estadounidense, entre los que se encuentran Los Mendoza, Los Luciano, Los Sarceño, pero también los conocidos como de El Petén o Sayaxché y Los Charros.

En Honduras, los cárteles toman su nombre de las regiones caribeñas en las que están presentes y, así, dos de los más importantes se hacen llamar Cabo Gracias a Dios y del Golfo.

En El Salvador, una investigación, el periódico digital El Faro identificó al Cártel de Texis, por ubicarse en Texistepeque, población al noroccidente del país.

Los cárteles centroamericanos son subsidiarios de los mexicanos, que son los verdaderos dueños de la ruta desde Colombia, hasta territorio adentro de Estados Unidos. El istmo centroamericano es un corredor, sobre la zona del Atlántico o el Caribe, que necesariamente hay que pasar para llegar a México y luego a las ciudades del principal mercado de drogas del mundo.

A los cárteles centroamericanos toca, en apoyo a los mexicanos, las tareas propias de la infiltración a las instituciones de seguridad del Estado (Ejército y policías), el aparato judicial y también a políticos, para garantizar el paso de la cocaína por esos países.

Los investigadores plantean que son tres las más importantes formas de relación de los cárteles centroamericanos con los mexicanos: 1) trabajan bajo las órdenes directas de quien los contrata; 2) venden o alquilan servicios de apoyo como trasporte y bodegas de almacenamiento; 3) se asocian en el traslado de la cocaína y también en el lavado de dinero.

martes, 8 de enero de 2013

El origen del pacto por México



Los resultados de la elección presidencial de julio del 2012 no se dieron como idealmente los pensó cada uno de los grandes partidos y eso los obligó a replantearse su estrategia de cara a la realidad de los mismos. Es, entonces, cuando se generan las condiciones para que se alcance el Pacto que ahora todos conocemos.

El PRI se había propuesto ganar con más de 50% de los votos la Presidencia de la República y obtener la mayoría en la Cámara de Diputados y de Senadores. El PRD se veía ganando la elección presidencial o quedando a una distancia más cercana a la que obtuvo. El PAN, después de que vio que resultaba imposible ganar, se propuso quedar en segundo lugar. Nada de eso ocurrió.

Cada una de estas fuerzas tuvo que enfrentarse a la situación: resolver los conflictos internos y tener que optar entre posibles escenarios.

El PRD resolvió acompañar a su candidato, Andrés Manuel López Obrador, hasta que se conociera la resolución del Tribunal electoral, pero de antemano le dijo que no lo apoyaría si decidía protestar los resultados por la vía de las marchas y plantones.

El PRD se propuso evitar la posibilidad de un acuerdo bipartidista, entre el PRI y el PAN, donde una vez más quedaría marginado de la discusión de la agenda política nacional como había sucedió en los pasados 12 años. El PAN, fuera de la Presidencia de la República y ya como oposición, optó por aliarse con el PRD.

La posibilidad de frenar al PRI, si no quería dialogar con sus opositores, estaba en la alianza que el PRD y el PAN hicieran en la Cámara de Senadores.

Cualquier iniciativa que el PRI hiciera pasar en la Cámara de Diputados, haciendo valer su mayoría simple, iba a ser cuestionada o incluso rechazada en la Cámara de Senadores.

El PRI entendió esta realidad y analizó bien que si no negociaba con el PAN y el PRD iba a vivir la misma situación a la que se enfrentaron los gobiernos de los panistas Vicente Fox y Felipe Calderón, que las más de las veces vieron obstaculizadas sus iniciativas de ley por parte del PRI y el PRD.

Es, entones, cuando integrantes del equipo de transición del Presidente electo, Enrique Peña Nieto, se acercan a los líderes del PAN y el PRD que ya habían iniciado conversaciones.

En ese momento inicia el diálogo entre las dos fuerzas opositoras más importantes y los representantes del candidato ganador. Estamos en agosto del 2012.

El origen del Pacto, de ahí su fuerza y también consistencia política, más allá de cada uno de los 95 acuerdos en lo particular es que parte del análisis de la realidad y de los límites y posibilidades de cada uno de los partidos que lo avalan y, desde luego, también del gobierno.

Hay buenas condiciones para que el Pacto se mantenga, por lo menos hasta la elección para renovar la Cámara de Diputados en el 2015 y esto más allá de la acción de los detractores del mismo en cada uno de los partidos firmantes. El Pacto es expresión del realismo y la madurez política, y no concesión al chantaje o la presión de nadie.

viernes, 4 de enero de 2013

Matar

Por Rubén Águila
Twitter: @RubenAguilar
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Matar
Carlos Sánchez
Instituto Sonorense de Cultura
Hermosillo, México, 2011
pp.95

El autor ganó, con esta obra, la sección crónica del Libro Sonorense 2010. Son 18 relatos de hechos de la vida real a los cuáles el escritor tuvo acceso en entrevistas a presos en cárceles sonorenses donde ha trabajado dando talleres de lectura y redacción.
Las crónicas ofrecen la versión directa, limpia, sin adjetivos y valoraciones morales, de los asesinos. En la construcción de esos relatos, que resultan demoledores, se hacen presente personas. El autor no juzga y hace, eso sí, el esfuerzo por entender la “racionalidad” con la que han actuado esos seres humanos que han perdido la dimensión de la realidad.
Estos dan cuenta también de las víctimas, la más de las veces mujeres, que sin haber hecho nada, son llevadas a situaciones límite ante las que son incapaces de reaccionar. Se les ve, no hay otra forma, como sujetos indefensos de la tragedia, como en los textos griegos, que las devora y ante ella, no pueden hacer nada.
En la construcción del texto alterna un relato de cinco ó seis páginas con otro que sólo tiene un párrafo, lapidario y contundente, de enorme dramatismo, que describe un asesinato, uno de estos es Hálito: “Dejo de respirar. Me quedé mirándola. Tuve la necesidad de besarla, pero tenía los labios helados. De a poco fui desenredando el cable del teléfono de su cuello. No me di cuenta en qué momento lo enredé con tanta fuerza, hasta dejarla sin aliento”.
De la introducción, que es de Lenin Guerrero Oronia, trascribo: “Se torna difícil desconfiar de la propia lucidez cuando el homicida está ahí, relatándonos un crimen con la misma brutalidad con que enfrenta su entorno y sus hallazgos (…) Ese imperceptible abismo que nos separa –el de la experiencia de dar muerte- es ahora lo que nos aproxima a él, nos encara con lo posible, realizable o latente en las capacidades humanas”.

miércoles, 2 de enero de 2013

Comunicar la estrategia

Por: Rubén Águilar 
Twitter: @RubenAguilar
Sitio: www.miscuadernos.com.mx
 
La estrategia de seguridad planteada por el presidente Enrique Peña Nieto (2012-2018) debe ofrecer resultados pronto y eso implica reducir los niveles de violencia para que el país regrese al número de asesinatos dolosos que existían antes de que el Presidente Felipe Calderón (2006-2012) asumiera la Presidencia.
Conviene recordar que, cuando Calderón inició su mandato, había ocho crímenes dolosos por 100,000 habitantes; al término de su gestión, eran ya 24 crímenes dolosos por 100,000 habitantes. Eso fue resultado de una estrategia equivocada para enfrentar al narcotráfico. 
Al error de la estrategia de Calderón para combatir al narcotráfico, se añade la forma en que comunicó la misma. El Presidente se convirtió, por la vía de los hechos, en el portavoz del tema de la inseguridad, sobre todo, en la mayor caja de resonancia de la información relacionada con hechos de violencia ligados a la lucha, a la “guerra”, le llamó él, en contra del narcotráfico.
El Presidente, un día sí y otro también, hablaba sobre el tema. La decisión de presentar en televisión, después de su arresto, a los presuntos líderes de los cárteles formó parte de la narrativa de Los Pinos para posicionar el tema. En su lógica, eso demostraba la fuerza del gobierno y también expresaba que estaban ganando la guerra. La sociedad nunca se convenció de eso.
La estrategia de comunicación del nuevo gobierno­ no debe hacer tema central la violencia y la lucha en contra del narcotráfico. Hay países de América Latina con mayores niveles de violencia que los de México, pero sus presidentes no se meten a ese tema. Eso ayuda a que el tema no se minimice, pero tampoco sea sobrevalorado.
Los hechos de violencia siempre son noticia, que se acompaña con una dosis alta de dramatismo y también información adictiva para los medios y la sociedad. El gobierno, por lo mismo, debe ser particularmente cuidadoso en su manejo. De entrada, no es un tema para el Presidente de la República.
En los casos en los que se haga indispensable informar sobre la violencia y la lucha en contra del narcotráfico, debe ser un vocero, no el titular de las instancias responsables, quien informe. La razón es doble: del tema debe hacerse cargo una especialista al que identifiquen los medios y él a éstos. Y el titular sólo debe intervenir en momentos especiales.
La publicidad del gobierno debe también distanciarse de ese tema. Si se encarga de difundirlo masivamente, en la lógica de que va a demostrar sus triunfos, lo único que logra es contribuir a generar un ambiente de incertidumbre y de zozobra generalizada en la población. El gobierno debe trabajar con todo su poder por resolver el problema de la violencia, pero no es un tema a comunicar, de manera cotidiana.

Los ejes de la nueva estrategia



El pasado 17 de diciembre tuvo lugar la reunión del Consejo Nacional de Seguridad Pública (CNSP) y en ella, el presidente de la República, Enrique Peña Nieto (2012-1018), presentó la estrategia de seguridad que va a implementar su gobierno a lo largo del sexenio. Se articula a partir de seis ejes que presento a continuación:

1) Planeación: Se articulan programas, presupuestos y asignan responsabilidades y fechas de cumplimiento de los objetivos y metas, para las distintas instituciones de los tres niveles de gobierno.

2) Prevención: Se crea un programa nacional transversal, para entre otras cosas, alinear políticas de prevención; intervención de los espacios públicos; promoción de proyectos productivos y ampliar las escuelas de tiempo completo. Se instala la Comisión Intersecretarial de Prevención del Delito.

3) Derechos Humanos: Se pone en marcha el Programa Nacional de Derechos Humanos, se crea una instancia federal de seguimiento a la instrumentación de la Reforma de los Derechos Humanos, se elaboran protocolos de intervención de los distintos cuerpos de seguridad, se genera un marco legal para atender los casos de desapariciones forzadas y se depura el Instituto Nacional de Migración.

4) Coordinación: La SEGOB conduce un sistema de cooperación nacional con competencias y responsabilidades para las tres órdenes de gobierno. El país se divide en cinco regiones operativas.

5) Transformación institucional: La SEGOB se hace cargo de la seguridad nacional y para eso crea la Gendarmería Nacional, que apoya a municipios con debilidad institucional, y se reorganiza la Policía Federal, que se hace cargo de combatir los secuestros y las extorciones.

6) Evaluación: Se crea un sistema de retroalimentación permanente a partir de indicadores claros, medibles y transparentes, que permitan ver si se avanza o no.

El actual gobierno pretende distanciarse con esta estrategia de la seguida por el anterior. En la reunión, el secretario de Gobernación, Miguel Ángel Osorio Chong, y el procurador de la República, Jesús Murillo Karam, fueron muy críticos de los resultados de la implementada por el presidente Felipe Calderón. Daré puntual seguimiento a la que ahora va a ejecutar el nuevo gobierno. Felices fiestas.