jueves, 20 de octubre de 2011

Animal Político: La policía en México


El total de los policías del país ronda en los 432,000 que se
distribuyen en: 196,000 estatales, 166,000 municipales, 38,000federales, 27,000 ministeriales y 3,500 ministeriales federales, deacuerdo al Sistema Nacional de Seguridad Pública.Las corporaciones estatales son 31 y con la del Distrito Federal hacen32. De los 2,439 municipios que tiene el país 2,022 cuentan conpolicía (1,030 con menos de 20 elementos) y 417 no tienen. 
En totalhay, pues, 2,054 corporaciones distintas.En México existe un policía por cada 261 habitantes que supera lamedia internacional. La proporción es mejor, a manera de ejemplo, queen Bélgica (un policía por cada 283 habitantes), Austria (uno por302); Hungría (uno por 338); Suecia (uno por 551); Japón (uno por561); Alemania (uno por 590), Finlandia (uno por 654) y Estados Unidos(uno por mil).El 68% de los policías municipales sólo cuenta con educaciónbásica, el 26.5% educación media, el 4.5% educación superior y el2.0% (cuatro mil) carecen de instrucción o son analfabetas. El 43.0%tiene entre 35 y 55 años. La rotación anual es del 106%.El 61.0% de los policías municipales recibe un ingreso menor alsalario mínimo. De ellos, el 40.5% ganan entre mil y mil quinientospesos mensuales y el 20.5% menos de mil pesos mensuales.
 Esta situaciónnecesariamente conduce a la corrupción, plantea la Secretaría deSeguridad Pública (SSP). La gran mayoría de los policías para“compensar” su sueldo recurre sistemáticamente a la corrupción quese estima en 1,277 millones de pesos mensuales (120 millones dedólares), según esa dependencia.El secretario de la SSP, Genaro García Luna, estima que cada uno deesos policías recibe entre cuatro y cinco mil pesos mensuales“extras” del crimen organizado o de las “mordidas”, y que esotambién ocurre en todo el país.Un policía, según cálculos de la SSP, debería recibir un salariomensual de $10,000.00 pesos, además del pago de los uniformes y losgastos para operar. Ahora, los policías pagan eso de su ya escasobolsillo.
El 92.7% de los delitos que ocurren en el país son del fuero común ycorresponde a los policías locales hacerles frente. Los efectivosmunicipales suman el 40.0% del total nacional y de acuerdo a GarcíaLuna no se dedican, en los hechos, a combatir los delitos y proteger ala ciudadanía.Sólo ha sido certificado el 9.2% de los policías en los tres nivelesde gobierno cuando el compromiso contraído por las autoridades hacecuatro años era que en enero del 2012 estaría certificado el 100% delos mismos.Para poder combatir los delitos del fuero común, los propios delámbito local, se requiere otro tipo de policía. Es evidente que losactuales no tienen condiciones y capacidad para cumplir su tarea. Urgeacelerar el proceso de construcción de las policías estatales conmando único y plantearse en serio, al mediano plazo, la posibilidad deconstituir la Policía Nacional Única.

lunes, 17 de octubre de 2011

Josefina Eugenia Vázquez Mota

Nació en la ciudad de México el 20 de enero de 1961 (50). Cursó la preparatoria en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) y Economía en la Ibero (1978-1983). Hizo el programa de Perfeccionamiento Directivo D-1 en el IPADE y el diplomado de Ideas e Instituciones en el ITAM.
Desde 1986 y hasta su ingreso a la política se desempeñó como conferencista. En ese carácter, impartió charlas a empresarios en México, Argentina, Perú, Colombia, Uruguay, Bolivia y Guatemala.
A partir de 1990 inicia su actividad como editorialista en temas económicos. Ese año empezó a publicar en Novedades, y después en El Financiero y más tarde en El Economista. Colaboró también en la radio como comentarista de temas financieros. En 1999 publicó Dios mío, hazme viuda por favor (Panorama), libro motivacional que ha vendido más de 250,000 ejemplares.
En 1997 fue directora general del Centro de Pioneros Comex y miembro del Consejo de Administración de Pinturerías de México SA de CV (1990-2000) y Comercializadora Arcota (1992-2000). En esos años también se desempeñó como asesora de la Concanaco y la Coparmex.
Se inicia en la política al incorporarse a la Coordinadora Ciudadana, APN, a finales de los 80. En ella fue titular de la Secretaría de la Mujer. Su fundador es Antonio Sánchez Díaz de Rivera, que después se incorpora al equipo de Vázquez Mota.
Ingresa a la LVIII Legislatura (2000-2003) como Diputada plurinominal, pide licencia, para aceptar la invitación del Presidente Vicente Fox para incorporarse a su gabinete como titular de la Secretaría de Desarrollo Social (2000-2006), siendo la primera mujer que ocupa ese cargo. Deja el puesto en enero del 2006, para integrarse al equipo de campaña del candidato Felipe Calderón.
Al triunfo de Calderón como Presidente constitucional electo, ocupa la Coordinación de Enlace Político en el equipo de transición. Al asumir la Presidencia, Calderón la nombra Secretaria de Educación Pública, siendo la primera mujer que ocupa ese cargo.
A petición del presidente Calderón, deja la Secretaría en abril del 2009, para participar como candidata del PAN a Diputada plurinominal en las elecciones legislativas del 5 de julio de ese año. Es electa y se integra a la LXI Legislatura (2009-2012) y es designada coordinadora del Grupo Parlamentario del PAN.
A partir de septiembre del 2010 es elegida Presidenta de la Junta de Coordinación Política de la Cámara de Diputados. El 6 de septiembre del 2011, pide licencia a la diputación, para dedicarse de tiempo completo a luchar por la candidatura de su partido en la elección presidencial del 2012. Ella es Consejera nacional del PAN.
Las últimas encuestas sitúan a Vázquez Mota como la candidata del PAN con mayor intención de voto a nivel abierto y también al interior del partido. Ella está ahora arriba de Santiago Creel, que estos cinco años encabezó las encuestas, y los dos, muy por arriba de Ernesto Cordero, al que se identifica como el candidato del presidente Calderón.

miércoles, 12 de octubre de 2011

¿Qué pasa si se eliminan a los capos del narco?/Rubén Aguilar Valenzuela

¿Qué pasa si se eliminan a los capos del narco?  Nada, si lo que se pretende es que se vuelva más difícil conseguir drogas y se reduzca el consumo. Así lo prueban, para el caso de Estados Unidos, Mark Kleiman, Jonathan Caulkins y Angela Hawken, en su más reciente libro, Drugs and Drug Policy: What Everyone Needs to Know (Oxford Univesrity Press).
Los tres pertenecen al grupo de los mayores expertos estadounidenses en el mercado de las drogas ilícitas. De ese texto la Revista Nexos de septiembre, publicó una síntesis que está ahora al alcance de quien se quiera acercar a ella (www.nexos.com.mx).
La idea popular de que los cárteles “controlan” el negocio y los traficantes operan “monopolios” resulta falsa, de acuerdo a los autores. Si así fuera, dicen, habría que  esperar a la eliminación de cada capo una fuerte caída en el abastecimiento de drogas, lo que nunca ocurre, más que en situaciones excepcionales.
Los autores sostienen que el sistema de distribución de las drogas no opera con base en un control central que pueda afectarse si se elimina a una de sus cabezas. Los mercados de las drogas más frecuentes son muy competitivos y de él se encargan miles de personas y pequeñas organizaciones que trafican con esos productos.
El mercado de las drogas ilícitas -el de las lícitas del tabaco, alcohol y fármacos siguen otra lógica- actúa en red donde cada vendedor es un nodo conectado, tanto vertical como lateralmente, con otros muchos. La interconexión permite que la red sea resistente a cualquier trastorno, entre ellos -no es el único- la desaparición de un capo.
En el tipo de organización nodal que es propia del narcotráfico cuando cualquier traficante o vendedor es eliminado, incluyendo un capo, de inmediato otro, en cualquier nivel de la estructura, ocupa su lugar y el tráfico y la venta continúa sin ninguna alteración.
Los autores se concentran en describir la operación del modelo en la realidad de Estados Unidos, pero vale también para otros países y sin lugar a dudas aplica en el caso de México. Sólo hay que remitirse a los hechos.
Después de 50,000 muertos -lo más seguro es que el sexenio termine con 60,000- el tráfico de la droga hacia Estados Unidos sigue funcionando con normalidad y el mercado muy marginal de México se desarrolla sin mayores alteraciones. Quien quiera drogas las puede obtener como siempre lo ha hecho. Los miles de narcotraficantes muertos, los grandes capos abatidos y encarcelados, han sido sustituidos por otros y los precios de las drogas no han aumentado en Estados Unidos y tampoco en México.
Ante estudios como los Kleiman, Caulkins y Hawken hay que preguntarse con honradez intelectual: ¿Para el caso de México de qué ha servido esta guerra? ¿De qué los miles de mexicanos muertos? ¿Quién pensó esta absurda estrategia iba a resolver el problema? ¿Quién se hace responsable de los muertos?

lunes, 10 de octubre de 2011

¡Basta de historias!: La obsesión latinoamericana con el pasado y las 12 claves del futuro

Andrés Oppenheimer
Debate
México, 2010
pp.422

La tesis central del texto es que la diferencia de fondo entre las economías exitosas de Asia y Europa y la mediocridad de las latinoamericanas tiene su origen en la educación. Se trata de un trabajo de campo que observa en directo los hechos y también se entrevista con 200 funcionarios públicos, profesores, empresarios, académicos y líderes de opinión en China, India, Singapur, Israel, Finlandia, Suecia y también en Argentina, Brasil, Chile y México.
Oppenheimer ofrece dos grandes argumentos que refuerza con muchos ejemplos: El primero es la importancia que los países de Asia y Europa, por él considerados, dan a la educación. Esta importancia  se constata en la canalización de recursos y apoyos a diferencia de América Latina donde lo que vale es el discurso políticamente correcto, del cual no se sigue la acción.
El segundo son las profundas diferencias de los sistemas educativos. En los países de Asia y Europa se pone especial cuidado en: La selección rigurosa y preparación de los futuros docentes; la atención prioritaria a la educación básica fundamento del sistema; la calidad y exigencia académica; las horas de clase y las dedicadas al estudio por los estudiantes; la evaluación acuciosa y sistemática de docentes y estudiantes; el apoyo a los estudiantes con problemas de aprendizaje; la actualización permanente de los planes y programas de estudio.
Se da también cuenta de la manera distinta que unos y otros enfrentan la educación superior. En Asia y Europa, a diferencia de América Latina, se pone especial cuidado: En la selección de los alumnos; la relación empresa-universidad; la relación entre investigación básica e innovación tecnológica; la exigencia de resultados traducida en número de patentes; la apertura a la globalización y el intercambio con otras realidades.
El autor encuentra un común denominador en el desarrollo educativo de Asia y Europa: La humildad. En los países considerados se asume que: No se es el mejor; hay que estar abiertos a nuevos aprendizajes; hay siempre que seguir innovando. En América Latina se piensa que: se está bien y se hace lo posible; se sabe ya hacia dónde ir; el pasado, no el futuro, es fuente permanente de inspiración; las consideraciones políticas evitan se hagan los cambios que exige la realidad.
El texto invita a pensar y propone preguntas claves. De sus respuestas podrían derivarse cambios en el sistema escolar del kinder a la universidad. Exige, eso sí, voluntad política y pagar el costo de romper las resistencias al cambio. Es un libro de lectura indispensable para funcionarios públicos, políticos, empresarios, académicos, líderes sindicales, profesores, estudiantes y padres de familia.

viernes, 7 de octubre de 2011

DELITOS COMUNES / RUBEN AGUILAR VALENZUELA


¿Qué es la cultura organizacional?

La cultura organizacional refiere “a un sistema de significados compartidos entre sus miembros, que distingue a una organización de las otras” (Robbins, 1999). Se fundamenta en los valores, las creencias y los principios compartidos por los directivos e integrantes de una institución, y también en el conjunto de procedimientos y conductas que sirven de soporte a esos principios básicos.
El surgimiento de una cultura específica en una organización se da a partir de la existencia de un grupo original que vivió un número suficiente de experiencias para llegar a una visión compartida, que se hace patrimonio de la institución y después, por años, se difunde de manera consciente, pero también llevada por la inercia.
La cultura de una organización es un concepto derivado de la intersección de dos teorías: la de la cultura y la de la organización (Smirchich, 1983). Si la cultura se entiende como un conjunto compartido de creencias y símbolos, la organización se ve como la red de significados e imágenes más o menos compartidas por el personal.
El campo de la cultura organizacional ha sido tema de estudio y desarrollo desde hace por lo menos 40 años. Las distintas definiciones expresan las posiciones de los estudiosos, pero, sobre todo, establecen los elementos que dan forma e integran el campo de la cultura organizacional.
Para Katz y Khan (1970), de los primeros que trataron el tema, “toda organización crea su propia cultura o clima, con sus propios tabúes, costumbres y estilos. El clima o cultura del sistema refleja tanto las normas y valores del sistema formal como su reinterpretación en el sistema informal (...) así como refleja las presiones internas y externas de los tipos de personas que la organización atrae, de sus procesos de trabajo y distribución física, de las modalidades de comunicación y del ejercicio de la autoridad dentro del sistema”.
En 1979, Pettigrew planteaba que la cultura de una empresa se manifiesta por símbolos, lenguajes, ritos, mitos, que son creados y difundidos por ciertos directivos para influir sobre el comportamiento de los miembros de la empresa. Ansoff (1985) decía que llamaba cultura de un grupo al conjunto de normas y valores que determinan sus preferencias por un tipo concreto de comportamiento, y Barnertt (1990) definía como cultura de una empresa al conjunto de las formas de conducirse, es decir, de comportarse y de pensar, que son necesarias en un grupo dado.
La cultura organizacional determina la forma como funciona una institución y se manifiesta a través de conductas significativas de sus miembros y mediante un conjunto de prácticas gerenciales y de supervisión. Una cultura organizacional bien definida y fuerte es una influencia poderosa que permite a los integrantes de la institución sentirse bien, y eso les ayuda a trabajar mejor.
Los valores y las normas de una organización influyen en la manera de ser de sus miembros. Está probado que el comportamiento individual depende de la interacción entre las características personales y el ambiente que lo rodea: la cultura organizacional puede potenciar, pero también limitar, el desarrollo de los individuos y de la propia institución.
La cultura organizacional cumple con varias y diversas funciones:
- Transmitir un sentimiento de identidad a los miembros de la organización
- Facilitar el compromiso con algo mayor que el yo mismo.
- Reforzar la estabilidad del sistema social.
- Ofrecer premisas reconocidas y aceptadas para la toma decisiones.
- Otra perspectiva destaca cómo la cultura afecta al comportamiento.
Hay una amplio consenso en señalar que la cultura organizacional es un sistema de valores compartidos y creencias que interactúan con sus miembros, las estructuras de la organización y los sistemas de seguimiento y de control, para producir normas de comportamiento que señalan la manera particular cómo se hacen las cosas en la institución. La cultura es aprendida y puede evolucionar a partir de nuevas experiencias, pero también ser cambiada para construir una nueva acorde con una forma distinta de concebir y hacer las cosas. La velocidad de los cambios del entorno y una ciudadanía cada vez más exigente reclaman cambios culturales para que las instituciones respondan mejor a lo que se pide de ellas.
Hay una relación directa entre la trasmisión y la asimilación de la cultura organizacional y la comunicación que debe de operar al interior de las organizaciones. De ella depende que los líderes puedan hacer llegar a todos los elementos del grupo los principios y actitudes que definen la cultura de la institución. La relación es tal que puede afirmarse que sin una buena comunicación no hay posibilidad de que la organización genere y asuma una cultura que les es propia.

miércoles, 5 de octubre de 2011

Presidentes del IFE: Luis Carlos Ugalde - Rubén Aguilar Valenzuela

Es el segundo Presidente del Consejo General del Instituto Federal Electoral (IFE) como órgano autónomo. Ocupó el cargo de octubre del 2003 a diciembre del 2007. El Consejo que encabezó organizó las elecciones presidenciales del 2006, que Felipe Calderón ganó a Andrés Manuel López Obrador por 0.56% de los votos.

Los consejeros, en esa ocasión, fueron elegidos por el PRI y el PAN sin la participación del PRD. Para el periodo del 2003 al 2008 fueron designados Teresa de Jesús González Luna, Andrés Albo Márquez, Luisa Alejandra Latapí, Lourdes del Refugio López y Rodrigo Morales. Para los años 2003 al 2010, Virgilio Andrade, Marco Antonio Gómez y Arturo Sánchez.

López Obrador impugnó los resultados de la elección y acusó al IFE de favorecer al ganador. El Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación (Trife) calificó la elección y dio el triunfo a Calderón. En diciembre del 2007 -año y medio después de los comicios-, el Congreso cambió el régimen de nombramientos del IFE y destituyó al Consejero Presidente y a cinco consejeros. Después reconsideró la medida para los últimos.

La Cámara de Diputados rebasó el 13 de diciembre del 2007, fecha que estableció para nombrar al nuevo Presidente y a dos consejeros. Ugalde, en protesta, renunció al día siguiente y fue remplazado interinamente por el Consejero Andrés Albo. Así, se ponía fin a una Presidencia muy cuestionada después de la elección del 2006.

Al final del 2008, Ugalde presentó el libro Así lo viví (Grijalbo), en el cual ofrece su versión de lo ocurrido en esos comicios. El texto aporta algunos datos que se desconocían, que ofrecen información precisa y detallada de las presiones a las que el IFE estuvo sujeto.

Ugalde nació en la ciudad de México en 1966 (45). Es economista por el ITAM, maestro en Administración Pública (1992) y doctor en Ciencia Política (1999) por la Universidad de Columbia. La mayor parte de su vida profesional se ha dedicado a la academia en México y Estados Unidos. Ha sido, entre otras, profesor-investigador del ITAM, el CIDE, Georgetown University, American University, ambas en Washington, DC, y Harvard University.

En 1997 se desempeñó como Coordinador de Asesores del Secretario de Energía y de 1997 al 2000 como Coordinador de Asesores del Embajador de México en Estados Unidos. En la actualidad, además de sus actividades como académico y conferencista, es Director del despacho Integralia Consultores. (Próximo: Andrés Albo)

domingo, 2 de octubre de 2011

La UNAM y Fox

La UNAM y Fox
Rubén Aguilar Valenzuela




La Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) presentó al presidente Felipe Calderón, el pasado 5 de septiembre, 36 propuestas para combatir al crimen organizado y reducir la violencia. Los analistas y la prensa las recibieron bien. Las comparto, pero pienso que requieren precisiones para poder llevarlas a la práctica.


El Presidente Vicente Fox (2000-2006) también hizo algunas propuestas, que recibieron la crítica de quienes alabaron lo ofrecido por la UNAM. Las intervenciones de Fox producen siempre ruido mediático e interpretaciones de todo tipo, que impiden saber lo que planteó.


La propuesta de una institución no tiene la misma importancia que la de un individuo. Sin dejar de reconocer la diferencia de una y otra, de lo que presentan la UNAM y Fox, veo que existen fuertes coincidencias. Están ahí los textos para confirmarlo.


La crítica del círculo rojo a Fox, como él llama a quienes publican su opinión, fue constante en su gobierno y continúa después de él. En sí mismo, es un tema que merece el análisis, pero ahora no me detengo en él.


Para el caso, pienso que lo relevante es ver las semejanzas de propuestas distintas a la que implementa el actual gobierno en su guerra contra el narcotráfico, que ha resultado un fracaso.
En la medida en que surjan proyectos alternativos se puede ir construyendo una masa crítica de ideas y propuestas a la cual puede recurrir quien encabece el gobierno a partir de diciembre del 2012, para diseñar otra manera de enfrentar el problema.


Una primera coincidencia entre la UNAM y Fox es la necesidad de cambiar de estrategia. Ambos argumentan que la actual, centrada en la acción punitiva, no ha dado resultados. Proponen una articulada desde la lógica de la salud pública y no de la seguridad nacional.


La segunda coincidencia es que las dos partes hablan de la necesidad de retirar al Ejército de las calles y en indicar que el papel de éste no es ser la policía y también que los soldados y sus mandos no están entrenados para realizar las tareas de ésta.


Los dos -tercera coincidencia- proponen que en la lucha contra el crimen organizado deben estar garantizados los derechos humanos de toda la población, que también incluye a los delincuentes. Ambas posturas sostienen que el fin no justifica los medios.


La cuarta coincidencia es el énfasis que se da a la política de prevención al consumo de las drogas, lo que implica necesariamente elevar los niveles de educación y conciencia de toda la población con énfasis en los jóvenes.


Una diferencia importante es que la propuesta de la UNAM no considera la legalización de las drogas que sí hace la de Fox. En líneas generales, ambas iniciativas van en la misma dirección de las hechas antes por los presidentes Cardoso (Brasil), Gaviria (Colombia), Zedillo (México) y González (España).