martes, 13 de marzo de 2012

México: Exportaciones-importaciones/Rubén Aguilar Valenzuela

El total de las exportaciones mexicanas en 2011 alcanzaron récord histórico de 349,677 millones de dólares, que es 17.2% superior al 2010. El promedio mensual asciende a 29,131 millones de dólares. México es por mucho el mayor exportador de América Latina, seguido de manera lejana por Brasil, cuyas exportaciones rondan los 220,000 millones de dólares.

Las manufacturas representan el 80% del total de las exportaciones, que en 2011 llegaron a 278,626 millones de dólares mientras que el grueso de las exportaciones de Brasil, Argentina y Chile la constituyen alimentos y materias primas no transformadas, que básicamente compra China y la India. De las exportaciones manufactureras, la que creció más fue la automotriz con 21.9% en relación al 2010.

En 2011, las exportaciones petroleras, que representan sólo una séptima parte del total, sumaron 56,427 millones de dólares, que es un aumento del 35.5% en relación al 2010. Esto se debe a que la mezcla mexicana alcanzó a lo largo del año un precio de 101.08 dólares por barril, que es 28.75 dólares más que el obtenido en 2010.

Las exportaciones agropecuarias sumaron 10,560 millones de dólares y tuvieron un crecimiento del 22.6% con respecto al 2010. Las que más crecieron fueron: Café, 89.5%; fresas, 55.1%; ganado vacuno, 45.6%; camarón congelado, 30.8%; frutas, 27.4%; aguacate, 21.7%; cebolla y ajo, 20.6%. Las extractivas sumaron 4,064 millones de dólares y tuvieron un crecimiento del 67.6% con relación al 2010.

Las exportaciones para la economía nacional tienen cada vez más peso como proporción del PIB y si en 2000, seis años después del TLC, representaban el 24.7% en 2011, 18 años después, representan el 31.5%. En 2011, los mercados se diversificaron, aunque sea de manera marginal, y así, mientras que el conjunto de las exportaciones a otras regiones creció en 21.5% a Estados Unidos solo 16.0%.

El total de las importaciones en 2011 sumaron 350,843 millones de dólares. De estas las importaciones petroleras alcanzaron 42,704 millones de dólares (gasolinas) 41.1% más que en 2010, en razón del aumento generalizado y sostenido de los precios.

La dinámica exportadora se ha mantenido en los últimos 20 años. De 2000, cuando alcanzaron los 166,121 millones de dólares, a 2011, se han más que doblado. Las exportaciones sólo cayeron en 2009, con la crisis mundial y en particular de Estados Unidos, cuando sumaron 229,708 millones de dólares frente a 292,637 millones de dólares en 2008. En 2010 se alcanzaron los números del 2008, para retomar el camino del crecimiento en 2011.



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lunes, 12 de marzo de 2012

Vázquez Mota: la estrategia de campaña

La estrategia de campaña de Josefina Vázquez Mota ha sufrido modificaciones menores después de haber ganado la contienda interna de su partido. Todo indica que continuará en la misma línea -conciliadora, que evita definiciones y disputas- que le resulta cómoda y se mueve bien en ese marco.
A la candidata panista su estilo personal y las habilidades que tiene para comunicarse le permiten tener buena presencia en medios. Ciertos analistas y también una parte de quienes frecuentan los medios tienen la percepción de que desaprovecha esos espacios porque no posiciona temas.
La idea que se trasmite es que resulta más relevante la forma que el contenido. De continuar así es muy seguro que seguirá teniendo buena cobertura mediática, pero no necesariamente que eso se traduzca en fijar agenda, en elevar sus actuales positivos y modifica la intención de voto que ahora tiene.
La propuesta de cómo combatir al narcotráfico es tema central y crecerá en la campaña. El que ella no sólo no se deslinde, sino que asegure que seguirá la fallida estrategia del presidente Calderón no le ayuda y tampoco que se le vea con quienes la han diseñado. El mensaje que deja es que en su gobierno habrá otros 60,000 muertos.
En los últimos días ha intentado proponer algunos temas, pero no terminan por fijarse. Pienso que el más relevante es que, si gana, encabezaría un gobierno de coalición, pero no dice con quién y cómo, que es lo que provocaría el interés de los electores y dejaría de ser una idea abstracta para hacerse política.
A nivel interno ha habido un buen trabajo por "sanar" las heridas que pudo haber provocado la contienda por la nominación presidencial. Se han tenido reuniones con los candidatos perdedores y sus equipos para limar cualquier aspereza. Ellos se han incorporado al equipo de Vázquez Mota, quien ha dicho no hará una estructura de campaña paralela a la del partido.
Ella intenta posicionar, como parte de la estrategia y antes de entrar a la campaña formal, que sube en las encuestas. Este frente se abrió cuando el presidente Calderón dijo que había poca diferencia entre el candidato del PRI y ella. Ahora sólo esa encuesta y la de GEA-ISA la sitúan entre cuatro y siete puntos debajo de Enrique Peña Nieto. El resto indica una distancia que ronda en los 20 puntos entre uno y otro.
La candidata del PAN sigue hasta ahora en el segundo lugar a una distancia de entre cinco y 10 puntos de López Obrador, que ocupa el tercer sitio. Su reto es doble: subir en la intención de voto y hacer bajar al candidato del PRI. Eso sólo lo va a lograr si arriesga y en las actuales condiciones está obligada a hacerlo. La estrategia tiene, por lo mismo, que ser diferente a la actual que es muy cuidadosa y prudente.

jueves, 8 de marzo de 2012

Seguridad: Realidad o percepción

La realidad siempre puede ser mejor o peor que la percepción que se tenga de ella. Países con mayores índices de violencia que México, como Brasil o Colombia, son percibidos como menos violentos que éste. En el artículo se ofrecen algunas ideas en el intento de explicar el por qué de ese fenómeno, para el caso específico de México.

Hay tres realidades que pueden ayudar a entender cómo se ha construido la percepción que ahora se tiene sobre la violencia en el país a diferencia de la que existe en Brasil y Colombia: El estado de ánimo de la población; El manejo que hace el gobierno sobre el tema de la violencia; La cobertura que dan los medios al tema de la violencia.

El estado de ánimo de la población
Los mexicanos, es una característica de la cultura nacional, tienden a ver al país siempre peor de lo que realmente está. Es un tema recurrente sobre el que se ha escrito mucho y que recientemente han tratado de manera particular Héctor Aguilar Camín y Jorge G. Castañeda. La población tiende a magnificar cualquier hecho que le permita afirmar que el país va mal y es peor a los otros.

A lo anterior hay que añadir que los mexicanos viven ahora en una un ambiente de desánimo generalizado, hay muchas explicaciones sobre el origen del mismo, y desconfían cada vez más de todos los actores políticos. A esto se añade, es un hecho que impacta, la crisis del 2009 que ha frenado la tendencia a la reducción de la pobreza extrema, sin que crezca, pero ha aumentado el número de quienes viven en situación de pobreza. Todo esto genera un clima propicio para la construcción de percepciones que resultan peores que la realidad.

El manejo que hace el gobierno sobre el tema de la violencia
El presidente Felipe Calderón, a partir de su declaratoria de guerra del 10 de diciembre del 2006, decidió convertir la lucha contra el narcotráfico en el tema central de la acción de su gobierno, pero también en el eje rector de su comunicación. Desde un inicio, cosa que ha mantenido hasta ahora, el presidente asumió la tarea de ser el portavoz de la lucha que su gobierno da en contra del narco.

La estrategia contempló también utilizar los spots de radio y televisión como el medio privilegiado, para anunciar la captura de supuestos delincuentes, que se ha propuesto como la prueba fehaciente del éxito de la acción gubernamental. Se optó además, sobre todos en los primeros años, por presentar a los detenidos en los más importantes noticieros nacionales de televisión, que a partir de esta exposición se convirtieron en personajes nacionales y necesariamente el tema adquirió mayor presencia.

El gobierno puedo haber optado por combatir al crimen organizado, es su responsabilidad, sin necesidad de convertirlo en el tema central de su comunicación. Su decisión fue otra y el gobierno, en particular el presidente, se convirtió en caja de resonancia, en amplificador mediático, de los hechos de violencia que ocurren en el país. Su estrategia contribuyó de manera decidida a generar la percepción de que el país es más violento que los otros.

Los presidentes de Brasil y Colombia que han ocupado su cargo al mismo tiempo que Calderón, no hicieron de la lucha contra el narcotráfico el tema central de su comunicación. Al no referirse a él, al no actuar como portavoces de los hechos de violencia, acotaron el tema en la agenda mediática. Esa decisión, que es la correcta, ha contribuido a genera la percepción, nacional e internacional, de que esos países son ahora más seguros. El hecho es que los índice de violencia de Brasil crecen año con año y si bien es cierto se han reducido los de Colombia son muy superiores a los de México.

La cobertura que dan los medios al tema de la violencia
El tema de la violencia es siempre noticia y resulta adictivo para los medios y las audiencias. Era lógico, no podría ser de otra manera, que si el presidente un día sí y al otro también, de manera obsesiva, habla sobre su lucha contra el narcotráfico y los niveles de violencia en el país, que son resultado de su estrategia, los medios van a retomar y resaltar lo dicho por él. Eso es lo que ha ocurrido en estos cinco años.

A esto, que es un disparador constante y permanente, mientras el presidente persista en su estrategia de comunicación, hay que añadir la manera que los medios entienden y ejercen su función y tarea. En primer lugar está que la gran mayoría de los medios, por no decir todos, no cuentan con códigos de ética que normen la cobertura del narco y los hechos de violencia. Se acordó uno nacional, pero que no ha tenido ningún seguimiento.

La prensa mexicana otorga a los hechos de violencia espacios y encabezados que no se da en otros países. La manera que lo hace sobredimensiona lo que ocurre y nunca, es otro problema, contextualiza los hechos. Se ofrece la información, pero no se le ubica comparativamente con otras realidades, para saber si el problema es más o menos grave o si se está al nivel de los estándares internacionales o latinoamericanos.

Los medios en su mayoría dan por buena, de manera acrítica, la información que proporciona el gobierno sobre el tema. Si éste dice que ha aumentado el consumo de las drogas en México, se asume el dato sin más cuando si se hiciera un mínimo análisis se vería que el aumento es, en todo caso marginal, y que no es un problema en el país o lo es en escala muy menor a otras realidades. La cobertura que hacen los medios mexicanos, a diferencia de los brasileños y colombianos, contribuye de manera decidida a crear la percepción de que se está en el más violento de los países.

Conclusión
La situación de violencia que se vive en México, que entre otras cosas se refleja en el aumento de los crímenes dolosos por cien mil habitantes, ha aumentado de manera considerable en los últimos cinco años. A la gravedad de lo que ocurre, producto de una estrategia fallida implementada por el gobierno del presidente Calderón, hay que agregar que se ha generado una visión de que el país vive índices de violencia y muerte muy superiores a los de otros países, lo que evidentemente no es cierto.

A la construcción de esta percepción ha contribuido las características propias de la cultura nacional, pero sobre todo la manera que el presidente Calderón ha posicionado mediáticamente como tema central y único de su gobierno la lucha contra el narcotráfico y la violencia, pero también la manera como los medios retoman y replican el mensaje presidencial y también cubren por cuenta propia los hechos de violencia. Eso hace que la percepción se todavía peor que la realidad a diferencia y en contra de lo que ocurre en Brasil y Colombia.

1 Unas primeras ideas sobre éste tema las expuse en la Tercera Cumbre de Valores y Cultura de la Legalidad, Chihuahua, Chihuahua, 15 de febrero de 2012.

lunes, 5 de marzo de 2012

Calderón: invitación al fracaso

/Rubén Aguilar Valenzuela

El presidente Felipe Calderón ha declarado en las últimas semanas que el próximo Presidente de México debería continuar la estrategia trazada por su gobierno para combatir al narcotráfico, que al final del sexenio habrá provocado más de 60,000 asesinatos.

Cuando el Presidente lanza su declaratoria de guerra contra el narco, el 10 de diciembre del 2006, bajo el supuesto de que México vivía una violencia inédita y la droga invadía las escuelas, ocurría precisamente lo contrario. El 2005 y el 2006, los previos a su gobierno, son los años con el menor número de muertes dolosas en la historia del país, ocho por 100,000 habitantes.

Con el consumo de las drogas sucedía algo semejante. La Encuesta Nacional de Adicciones del 2002 registró que sólo 4.2% de los mexicanos había consumido droga alguna vez en su vida, contra 5.3 % en 1998. La encuesta del 2008 muestra que sólo lo ha hecho 5.7 %, lo que revela, en el peor de los casos, que se ha vuelto a los niveles de una década atrás. Los ciudadanos de Estados Unidos que han consumido droga alguna vez en su vida son 46 por ciento.

En la medida que pasa el tiempo, queda cada vez más claro que la estrategia del Presidente no obedeció, están ahí las estadísticas, al aumento de la violencia o el consumo de la droga, sino a una equivocada decisión, para legitimarse políticamente después de la reacción que provocaron los resultados de la elección del 2006 en un sector de la población.

La declaratoria de guerra del Presidente provoca que crezcan los niveles de violencia y no es respuesta, como se ha querido justificar, a los índices crecientes de violencia que evidentemente no había. A la declaratoria de guerra, trasmitida en cadena nacional de televisión, los cárteles, que no saben cuál va a ser la dimensión de la misma, estructuran y arman de inmediato ejércitos paralelos, con los resultados que todos conocen.

El próximo Presidente de México está obligado a dejar la estrategia punitiva y prohibicionista impulsada por el presidente Calderón, que ha demostrado su fracaso.

Quien gane la elección tiene que retomar el camino previo al gobierno calderonista, de reducción de los crímenes dolosos. En los años de este gobierno el aumento en el consumo de droga es marginal. La verdadera pregunta es ¿por qué, con relación a otras realidades, en México no hay un problema de consumo?

Se requiere una nueva estrategia que frene la violencia, que devuelva al Ejército a los cuarteles y que garantice la paz social. Una estrategia que asuma como reto la reducción de la violencia del fuero común, que es la que afecta a la ciudadanía. Los candidatos deben expresar su posición y la ciudadanía exigir. Ningún candidato está llamado a continuar con la estrategia del fracaso y tampoco ningún ciudadano a votar por quien la proponga.

Twitter: @RubenAguilar

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viernes, 2 de marzo de 2012

Morir en el golfo

Héctor Aguilar Camín

Editorial Océano

México, 1987

pp. 245



Vuelvo a leer esta novela 23 años después de que salió la primera edición. Ha pasado el tiempo y como obra literaria sigue vigente para dar cuenta del ejercicio del poder en México. En estos últimos años han cambiado muchas cosas, pero también muchas permanecen. Está presente, con transformaciones, pero sigue ahí, es parte de la condición humana, la misma ambición, el mismo pragmatismo, la misma falta de ética y la misma sumisión.

La obra permanece precisamente porque es literatura, buena literatura, que trasciende los hechos y personas que inspiran esta ficción. La novela es eso y no historia. Como lo aclara el propio autor: todos los personajes, incluidos los reales, son imaginarios. La fuerza del texto restá en la construcción de personajes que son reales y no caricatura, y se adentra en su psicología y en el drama -en la tragedia personal- de cada uno de ellos. Su comportamiento no es objeto de una descalificación moral. Ellos actúan en la lógica de su propia manera de ver el mundo y están dispuestos a hacer frente a los resultados de su acción.

La historia se construye a partir del triángulo amoroso entre la pareja formada por Anabela Guillaumin y el político Francisco Rojano, su marido, y un reconocido periodista, "El Negro", que es un compañero de los años en la universidad. De otro lado está el líder sindical Lázaro Pizarro, que ejerce su autoridad de manera absoluta no sólo en el sindicato sino también en el ámbito político y social local.

Diversas críticas y reseñas han querido ver en el texto de Aguilar Camín la vida del líder sindical Joaquín Hernández Galicia, "La Quina", la acción de Fernando Gutiérrez Barrios al frente de los aparatos de seguridad del Estado, y también un retrato de los entretelones del gobierno del presidente José López Portillo. El escritor se vale siempre de ciertos elementos de la realidad, que le permitan construir su historia. La validez de esta novela, como decía, está en que es literatura y por eso, al paso de los años, sigue vigente.

miércoles, 29 de febrero de 2012

El fenómeno mundial de los ninis/Rubén Aguilar Valenzuela

El problema de los ninis, jóvenes entre los 12 y los 29 años que no estudian ni trabajan, tiene carácter mundial. En México, en esa condición se encuentra 20% de los mismos, que es semejante a Grecia (20.6%), Rumania (20.1%) y (19.1%) Estonia.
En una situación peor que la de México, hablando de países de la Unión Europea (UE), se ubican España (22.4%), Irlanda (24.2%) y (27.8%) Bulgaria. Los que menos tienen, pero también les representa un problema, son Holanda (5.9%), Luxemburgo (6.9%) y (8.1%) Dinamarca.
La Encuesta Nacional de la Juventud 2010, realizada por el Instituto de la Juventud (Injuve), consigna que en México hay 36.2 millones de jóvenes entre los 12 y 29 años y de ésos, 7.8 millones (20%) ni estudian ni trabajan.
Las encuestas de empleo, por otro lado, establecen que el desempleo abierto en México es de 5.2%, frente a 9.1% en Estados Unidos y 20% en España. De manera específica, el desempleo juvenil en el país es de 8.3%; mientras que la media de la UE es de 16.7%, la de Estados Unidos es de 16% y la de España de 40 por ciento.
No se trata de ignorar el problema mexicano pero conviene situarlo en el contexto de la realidad internacional. De los datos de empleo se deriva que el número de los ninis es en menor al indicado en las encuestas. La diferencia puede estar en que las encuestas de empleo y la que ha realizado el Injuve manejan distintos tramos de edad.
El 75% de los ninis en México es mujer, 5.9 millones, y 25%, 1.9 millones, hombre. Es un fenómeno con un claro desequilibro de género. La gran mayoría de las mujeres que se encuentran en esta condición se dedica a labores del hogar. Han dejado la escuela pero desarrollan actividades que permiten que otros miembros de la familia, en particular los hombres, realicen otro tipo de trabajos.
La Secretaría de Educación (SEP) sostiene, no sin razón, que el problema de los ninis era peor en el pasado; aunque no se le conocía con ese nombre. En 1960, en esa condición estaba 60% de los jóvenes del país y ahora sólo 20 por ciento. En 50 años se ha avanzado, pero todavía es mucho lo que queda por hacer.
El 53% de los ninis del país se ubica en siete estados: Estado de México, con el mayor porcentaje (15 puntos), seguido de Veracruz, Nuevo León, Jalisco, Distrito Federal, Michoacán y Sinaloa. El estado con el menor número es Baja California Sur. De acuerdo con la encuesta del Injuve, 44% de los ninis concluyó el nivel de educación básica y también media superior (18.6%) y superior (11 por ciento).
El fenómeno de los ninis no es nuevo y tampoco exclusivo de México. Saber eso ayuda a entender y ubicar el problema, pero también indica que, si bien se ha avanzado, el país todavía no puede garantizar a todos sus jóvenes, en particular a las mujeres, que puedan seguir estudiando y tampoco conseguir un trabajo fuera de su casa.

martes, 28 de febrero de 2012

¿Fin de Sendero Luminoso?/ Rubén Aguilar Valenzuela

El domingo 13 de enero pasado fue detenido con vida, Florindo Flores Hala, el legendario Artemio, el único dirigente de la cúpula original de la guerrilla peruana que seguía libre después del arresto del líder histórico Abimael Guzmán, en 1992.

En 1982, hace 30 años, se le encomendó la dirección del frente guerrillero en el Valle Huallaga, cruzada por el río del mismo nombre, y ahí se hizo fuerte e incluso pudo crecer protegido por la complicada geografía de la región y también por su capacidad militar.

El ejército lo encontró herido en una choza, después de cuatro días de perseguirlo en las profundidades de la selva. El ministro de la defensa y el propio presidente Ollanta Humala confirmaron que está vivo y ahora se recupera de sus heridas, bajo arresto, en Lima.

El comandante Artemio hizo público semanas antes de su captura, que estaba dispuesto a negociar y dejar las armas si se concedía una amnistía a los presos de Sendero Luminoso. El gobierno rechazó de manera tajante la propuesta.

Al anunciar la captura del guerrillero, el presidente Humala dijo: "Sendero Luminoso no es una amenaza al país, son remanentes armados que han estado causando zozobro, hemos eliminado la cabeza de este remanente y todos los mandos importantes y principales están también capturados".

Es cierto, como lo plantea el presidente, que la guerrilla desde hace 20 años no representa ningún peligro para la seguridad del Estado, pero la caída de Artemio no significa todavía el fin de Sendero Luminoso.

El sector guerrillero disidente de Guzmán, que después de su arresto rompe abiertamente con él, sigue en pie y está ahora encabezado por Víctor Quispe Palomino, "compañero José", su hermano Jorge, "compañero Raúl" y Leonardo Humán Zúñiga, "compañero Alipio".

Este grupo ha crecido en la jungla de Vizcatán, región de 650 kilómetros cuadrados en el valle de los ríos Apurímac y Ene, conocida como la VRAE, que es hoy la mayor zona productora de hoja de coca en Perú. La permanencia de este sector senderista, que se estima en unos 350 efectivos armados, coincide, es parte de él, con el desarrollo de la producción de cocaína en Perú.

Estos senderistas mantuvieron un muy bajo perfil por cerca de quince años, pero se hacen notar a partir de 2007, precisamente el mismo año que los narcotraficantes peruanos produjeron 290 toneladas de cocaína para ese momento la cifra más alta en la historia de ese país, según la ONU.

La fuerza y capacidad operativa de esos senderistas se empiezan a incrementar cuando adoptan el modelo de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC), que combina la producción y venta de la cocaína con las actividades político-militares. Después del golpe dado al grupo de Artemio, es el único sector del senderismo que permanece.