jueves, 28 de junio de 2012

No hubo ni habrá fraude


El Presidente Vicente Fox (2000-2006), en el marco de la veda comunicacional impuesta por el proceso electoral, se reunió en privado con una decena de medios, unas semanas antes de la elección presidencial del 2006. Los encuentros, celebrados en Los Pinos, sólo tenían el propósito de escuchar cómo los periodistas y académicos veían la elección. En ese grupo se encontraba la revista Nexos.
En la reunión José Woldenberg, en ese momento Director de la revista, y Héctor Aguilar Camín, uno de sus fundadores, plantearon al Presidente que la decisión del Consejo General del IFE de no dar a conocer, la noche de la elección, el resultado del conteo rápido si éste registraba una diferencia menor a 1% entre el primero y el segundo lugar, daría lugar a la desconfianza sobre el proceso y provocaría conflictos.
Woldenberg y Aguilar Camín recomendaron al Presidente que vía el Secretario de Gobernación, que era Carlos Abascal, se hablara con el Presidente del IFE, Luis Carlos Ugalde, para ver si era posible revertir esa decisión, que anunciaba tensiones y problemas. Abascal habló a Ugalde y éste le dijo que no estaba en sus manos dar marcha atrás a ese acuerdo del Consejo General, la máxima autoridad de la institución.
En Los Pinos, el día de la elección, se instalaron 10 pantallas donde se podía ver el resultado de las encuestas de salida. Las empresas que lo realizaron hicieron dos cortes ese día. Al final de la jornada, los números de todas coincidían y se movían en el rango de 0.40 y 0.60% de diferencia entre el primero y el segundo lugar. El mismo número que arrojó el conteo rápido del IFE, que no se dio a conocer, y coincidió con el resultado final de la elección que fue 0.52 por ciento.
El Consejo General del IFE aprobó que en la elección del próximo domingo se informe el resultado del conteo rápido, que estará listo hacia las 9 de la noche.
Éste con un alto nivel de certeza dirá quién es el ganador de la elección. No es el dato oficial, que se obtendrá en la noche del lunes 2 de julio, cuando termine de operar el PREP, ya con 98% de las casillas computadas, que será, no hay duda, el mismo que arrojó el conteo rápido el día anterior.
Ahora ya no habrá lugar a la duda y la sospecha. En el 2006 no debió haber existido. En esa ocasión casi 1 millón de ciudadanos se hizo cargo de la instalación de las casillas y el conteo de los votos. Su trabajo fue impecable. Lo mismo sucederá este domingo cuando más de 1 millón de ciudadanos cumplan su tarea. Ellos, no el IFE, son quienes se hacen cargo de la jornada y los que impiden la posibilidad del fraude.
Si alguien el próximo domingo argumenta fraude, para desconocer el resultado de la elección no tendrá sustento alguno. El sistema lo impide. En todo caso su descalificación no será del IFE, sino al millón de ciudadanos, todos voluntarios, que ese día se responsabilizan de la elección y actúan de garantes. Lo mejor del sistema electoral mexicano es precisamente eso, que el día de la jornada electoral los ciudadanos se hacen cargo de la misma.
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lunes, 25 de junio de 2012

1 de julio: una interpretación


En la “fijación” de las preferencias electorales, a lo largo de la contienda, que recogen todas las encuestas que se han publicado, considero no se ha dado la importancia que merece al hecho de una campaña de 90 días y ya no de 180 días. Esa diferencia de tiempo es una condición que explica en buena medida por qué no se mueven de manera significativa los números de la elección.
Sucede algo semejante a lo que ocurre en las carreras de 100 metros planos. Un arranque bueno o malo determina el resultado de la carrera.
La distancia es tan corta que una mala salida, con corredores competitivos y en igualdad de condiciones, hace muy difícil, en realidad imposible, que pueda superarse el error y acortarse la distancia.
En una carrerea de 400 u 800 metros planos es factible, con un gran esfuerzo, superar la deficiencia de un mal arranque para emparejarse con los que salieron bien e incluso terminar por hacerse de la victoria. Esto es lo que ocurrió en la elección presidencial del 2000 y el 2006. Los candidatos que “arrancaron” perdiendo terminaron ganando.
Vicente Fox (PAN) hacia el día 90, a la mitad de la campaña, empató al candidato Francisco Labastida (PRI), al que 90 días después, al final de la contienda, pudo superar por más de seis puntos en el 2000. En el 2006, lo mismo ocurrió con Felipe Calderón (PAN), que empató a Andrés Manuel López Obrador (PRD) hacia el día 90, para terminar ganando con ventaja de sólo 0.52 puntos.
El candidato Enrique Peña Nieto (PRI), de acuerdo con todas las encuestas publicadas, arrancó con una diferencia de alrededor de 20 puntos sobre Josefina Vázquez Mota (PAN) y Andrés Manuel López Obrador (PRD), y en 90 días de campaña, así lo registran los últimos sondeos, ha perdido seis puntos, para llegar a la recta final con una distancia que ronda en los 14 puntos.
Todo indica que en un tiempo más corto, 90 días, que es un logro de la ley electoral, el candidato que entra con una diferencia clara sobre los otros competidores, como en la carrera de los 100 metros planos, tiene ventaja y resulta prácticamente imposible que se le alcance. Se dispara y avanza con el impulso de la salida.
Para mantenerse, sólo tiene que seguir esa inercia y evitar trastabillar.
En estas páginas he ofrecido ya algunas ideas para tratar de explicar el porqué los números de las preferencias electorales no se mueven de manera significativa. Pienso, después de los días trascurridos, que el factor tiempo resulta determinante en independencia de la fuerza de cada candidato y el desempeño de los mismos a lo largo de la contienda. Se puede ser un corredor de 100 metros planos tan bueno como el que ganó, pero perder la carrera. La diferencia, entre iguales, la hace la salida.
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viernes, 15 de junio de 2012

En busca de Klingsor


El personaje central de la novela es la historia de la física en los primeros cincuenta años del siglo XX. Se revisan las ideas de los más importantes científicos que innovaron en este campo. Se da cuenta también de las discusiones entre ellos y de las filias y fobias de los distintos grupos y centros de creación de la física en esos años. Se profundiza en los debates relacionados con el campo de la física cuántica. Se da también cuenta precisa de la génesis de los programas atómicos de ambos bandos. En la novela nos encontramos, entre otros, con hombres de ciencia como Starck, Gödel, Von Neumann, Bohr, Schoröndinger, Heisenberg, Wien, Planck y Einstein.    
La manera que el autor encuentra para presentar esa historia y hacerla interesante e incluso apasionante es la elaboración de un drama que trascurre al sólo terminar la Segunda Guarra Mundial. Francis Bacon, que se ha formado como científico en en el Instituto de Investigaciones Avanzadas de Princeton al lado de Von Neuman y Einstein, que ahora trabaja para el Ejército de Estados Unidos y tiene como misión buscar al funcionario del régimen de Hitler que era responsable de la política científica-bélica del Tercer Reich. Se sabe que era un científico y que usaba el seudónimo de Klingsor, que es también el nombre de un personaje de la ópera Parsifal de Wagner, que actúa como enemigo de los Caballeros del Grial.
En su búsqueda, Bacon va a contar con el apoyo de  Gustav Links, un matemático alemán repudiado por el nazismo por su supuesta complicidad en el fallido atentado contra el Hitler. La investigación en un principio es dirigida por Links, que conoce el ambiente científico alemán, y quien proporciona toda la información a Bacon. El estadunidense se entrevista entonces, como parte de su trabajo, con los grandes científicos alemanes. A la discusión de los problemas de la física está siempre presente si saben algo de quien pudiera haber sido Klingsor. Bacon, en su trabajo, es infiltrado por el servicio secreto soviético a través de la mujer que se hace su compañera.
El autor dijo en una entrevista, poco después de salir la  primera edición, en 1999, que “desde niño me gustaban los programas de divulgación científica y quería ser científico físico. Tuve pésimos profesores en la escuela, en secundaria y en el bachillerato y decidí estudiar humanidades, pero siempre lamenté haber dejado la ciencia…”. En esa misma ocasión aseguró que nunca ha dejado de leer ensayos y textos de divulgación científica. La redacción de la novela le llevó cinco años; los dos primeros fueron de investigación y los otros tres de redacción, instalado en Salamanca.
La ubicación de la historia la decidió cuando vio que “había una época muy rica en investigación científica, un periodo de la ciencia fabuloso que era la física cuántica cuando el azar se convierte en parte del instrumento conceptual de la ciencia y que coincidía con un momento particularmente incierto y fascinante de la historia del siglo XX, primera y segunda Guerra Mundial y el régimen nazi. Al ver esta coincidencia un buen día me di cuenta de que era muy novelable y que te permitía hablar sobre los temas de ciencia que quería involucrando además cuestiones sobre el poder y sobre el mal”.
La novela obtuvo el Premio Biblioteca Breve de Seix Barral en su edición de 1999. Es muy conocido lo que en ese momento dijo el cubano Guillermo Cabrera Infante, que era jurado del premio: “En busca de Klingsor es una muestra ejemplar del arte que quiero llamar la ciencia-fusión. Fusión de la ciencia con la historia, la política y la literatura para conformar eso que llamamos cultura. Esta es una novela alemana escrita en español. Jorge Volpi no falla nunca en la creación de los personajes-algunos históricos, otros de ficción-, y todo está unido por la cohesión de ese elemento que es esencial al cine y a muchas novelas y dramas: el suspenso. Nos intriga y nos inquieta saber lo que va a pasar, what comes next. En este sentido la novela es maestra”. La novela de Volpi es  literatura y muy buena. Es sin duda una obra mayor que va a quedar. Desde que salió, lleva ya muchas nuevas ediciones.
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jueves, 14 de junio de 2012

Campañas y comunicación política 25 preguntas y respuestas


Las expectativas sobre lo que debería ser una campaña y el papel que los candidatos tendrían que jugar en la misma, suelen ser mucho más altas no sólo de lo que ocurre con el desarrollo de las mismas sino también de lo que estas y aquellos pueden realmente ofrecer. A propósito de la presente campaña presidencial se proponen 25 preguntas y respuestas que pretenden contribuir a aclarar el papel de las mismas y la relación de esta con la comunicación política.

I. La realidad de las campañas

1) ¿Qué se pretende con una campaña?
Ganar.

2) ¿Qué se hace para eso?
Todo lo que permita le ley. Si hacer propuestas y decir los cómo suma, se hace, pero si no abonan al propósito, pues no.

3) ¿Quién hace las campañas?
Las buenas campañas, las ganadoras, las hacen despachos especializados y no los políticos.

4) ¿Cómo elegir el despacho?
Hay buenos y malos despachos. Existen los que venden cuentas de vidrio y candidatos que las compran. La elección del buen despacho se convierte en prioridad estratégica. El criterio fundamental para hacer la elección es conocer su trabajo y sus resultados.

5) ¿Cómo elegir al o la candidata?
La empatía y aceptación de toda la gente. No basta la aceptación de los propios. Se puede ser gran político, pero mal candidato. Ahora se requiere, antes que nada, ser buen candidato, después se verá si se es buen gobernante.

6) ¿Campaña de tierra o de aire?
Las dos se necesitan y retroalimentan. Solo el aire no hace ganar, pero tampoco solo la tierra. Cada una cumple propósitos distintos. El aire da a conocer, fija la imagen y crea la percepción. La tierra garantiza la movilización y que la gente vote el día de la elección.

7) ¿Qué hacen los profesionales?
Existen métodos y técnicas probadas que se aplican, con ciertos ajustes, en todo el mundo. Existe una modelo, una tecnología probada, y dentro hay escuelas que básicamente se reducen a dos: privilegiar la estrategia de la campaña positiva o de la negativa. Las dos buscan sacar el mejor partido de la situación y del o la candidata. Se pretende que se organice todo en el marco de la estrategia y que nada quede fuera de ella.

8) ¿Cómo se usa el aire?
Depende de las leyes de cada país, en unos está prohibido la compra y uso de espacios y tiempos en medios electrónicos, pero en otros se privilegia su uso por la vía de la compra o las prerrogativas que otorga la ley. El uso convencional es la reiteración del mensaje y no la innovación y el arriesgar. La reiteración, de unos y otros, neutraliza los mensajes de unos y otros.

II. La campaña actual: hechos y datos

9) ¿Cómo se hizo la construcción del candidato?
El personaje y posicionamiento del candidato que arrancó como ganador en 2006 y 2012 se hizo a través de los medios electrónicos. La estrategia fue la misma, aunque distinta la táctica: Uno innovó, la conferencia de las mañanas, y el otro compró estar siempre presente en los medios.

10) ¿Previamente qué comunicaron?
Las presencia nacional la lograron a través de ser “noticia”, el candidato del 2006 posicionó su compromiso social (aliado de los pobres y esperanza de futuro) y el del 2012 posicionó que era eficaz (cumplir sus compromisos y que sabe cómo corregir el rumbo). La recurrencia al spot fue marginal para posicionarse, lo fundamental consistió en estar presentes todos los días en la prensa nacional, sobre todo la electrónica.

11) ¿La elección interna?
El candidato que arrancó con ventaja en 2012, en razón de su posicionamiento, hizo innecesaria la elección interna y lo mismo ocurrió con el que empezó ganando en 2006, que vuelve a participar. Estos dos candidatos utilizaron las encuestas como mecanismo de validación, pero no entraron a un proceso de elección. La candidata que ahora va en segundo lugar surge de una contienda interna, que la mantuvo “invisible” como alternativa por mucho tiempo.

12) ¿Abona ser gobernador?
Sí, de manera definitiva si se es Jefe de Gobierno en la Ciudad de México o gobernador del Estado de México. El candidato que arrancó con ventaja en 2012 fue gobernador del Estado de México y el que arrancó con ventaja en 2006 fue Jefe de Gobierno en la Ciudad de México (en esta ocasión su actual gobernante también estuvo a punto de serlo). El posicionamiento mediático que dan esos dos cargos, en independencia de quién los ejerza, y la cantidad de recursos públicos del que disponen les dan ventaja sobre cualquier otro político que quiera ser candidato a la presidencia. Todo indica que resulta una desventaja no ser el titular de estos dos gobiernos en el momento previo a la elección.

13) ¿Influye el trabajo de los profesionales?
Definitivamente. El candidato que en 2012 arranca con ventaja desde el primer día que asumió la gubernatura empezó a construir su candidatura con la asesoría y conducción de despachos profesionales dedicados a la imagen y campañas, ha sido un trabajo sistemático de siete años (seis como gobernador y uno como candidato). Los otros dos candidatos en la disputa lo hicieron hasta ya que inició la campaña. Uno se dedicó a recorrer dos veces el país y la otra fue secretaria y diputada.

14) ¿Se requieren recursos financieros?
Sí, definitivamente. La masa de recursos que se necesitan, para la construcción y posicionamiento del personaje-candidato solo los tiene el DF y el Estado de México. En un segundo nivel los gobiernos de Nuevo León, Jalisco y Veracruz. En el actual modelo se requieren y utilizan cantidades muy superiores a las señaladas como límite máximo por el IFE.

15) ¿Posición determinista?
No, pero pienso que con el actual sistema electoral se está construyendo un modelo de elección presidencial que pasa por: a) Ser Jefe de Gobierno en la Ciudad de México o gobernador del Estado de México; b) Estar seis años como “noticia” en los medios; c) Contar con la masa de recursos públicos que tienen esas entidades; d) Desde el primer día que se asume el gobierno iniciar la campaña; e) Asesorarse con los mejores profesionales del mundo que trabajan campañas.

III. Conclusiones

16) ¿Abona ser gobernador?
El ser gobernador del Estado de México o jefe de gobierno en la Ciudad de México resulta ser no sólo ventajoso sino que parece determinante.

17) ¿La elección interna?
No es evidente que la candidata que sí surge de una elección interna tuviera un mejor posicionamiento en los electores de los candidatos que decidieron negarse a ese proceso y solo recurrieron a la “validación” de las encuestas.

18) ¿Cómo arrancan los candidatos?
El que recién ha sido gobernador, por todo lo dicho anteriormente, arranca con ventaja muy marcada sobre los otros candidatos. La misma ventaja que tuvo quien fue Jefe de Gobierno y después candidato en 2006. El arrancar con una favorable intención de votos se acrecienta al acortarse la campaña a solo 90 días.

19) ¿Cómo entender la comunicación política?
La comunicación política se divide en dos subsistemas: el marketing y la comunicación de campaña y ya en el gobierno la comunicación gubernamental. Las dos pretenden persuadir, pero la primera se enfoca al sentimiento y la segunda a la razón. En principio se requiere y necesita a las dos, pero el actual sistema electoral privilegia la primera sobre la segunda. Son 44.1 millones de spots y solo dos debates.

20) ¿Cuál ha sido la comunicación política?
El marketing (spots) ocupa la totalidad del espacio y la comunicación de campaña (debate) no existe. Los 44.1 millones de spots que se van a trasmitir a lo largo del proceso se dividen en dos grandes etapas:
a) Precampaña:
De 13.5 millones de la precampaña (18 de diciembre-15 de febrero): 8.4 fueron para el IFE y 5.1, para los partidos; 9.6 de la intercampaña (16 de febrero-29 de marzo): Los últimos utilizados todos por el IFE;
b) Campaña:
En los 90 días que dura (30 de marzo-27 de junio) se van a trasmitir 20 millones de spots: 17 para los partidos y 3 para el IFE. 900 mil que solo trasmitirá el IFE en la veda (27 de junio-1 de julio).

21) ¿Qué efecto han tenido los spots?
A partir de los datos que tengo, es necesario más información resultado de la investigación, considero que la trasmisión de los spots no ha influido de manera evidente, por lo menos hasta ahora, en las preferencias electorales (ver encuestas), solo consolidan lo anterior. Sí han influido para que el candidato de las izquierdas pierda negativos y tenga un balance de positivos y negativos de 8, pero hasta ahora no le ha dado votos.

22) ¿Cuál es el efecto del debate?
Se debe distinguir entre quién tuvo el mejor desempeño y quién resultó el ganador. El propósito final del debate es modificar la intención del voto. A consecuencia de un debate sólo hay tres posibilidades de modificar la intención del voto: Que alguien no vaya; que alguien lo haga muy bien; que alguien lo haga muy mal. En este debate quien tuvo el mejor desempeño no es elegible y el que lo hizo peor ganó.

23) ¿Cómo se tratan de posicionar los candidatos?
Dos por el cambio: uno por el cambio del que sabe hacer las cosas y el otro por el cambio verdadero que ofrece esperanza. Otra por la continuidad, pero que es al mismo tiempo diferente.

24) ¿Qué imagen se tiene de la campaña?
El candidato que arrancó con ventaja que es una campaña muy bien hecha y tiene un equipo muy profesional. El que cambió de estrategia (de rijosos a pacífico), que es una buena campaña, que ha cambiado su imagen. La que arrancó en segundo lugar, que es una mala campaña y un equipo improvisado.

25) ¿Qué ha sido hasta ahora lo determinante?
El posicionamiento previo del candidato que arrancó con ventaja.

miércoles, 13 de junio de 2012

Debate: ganadores y perdedores


En el análisis del debate se debe considerar una clara distinción entre quién tuvo el mejor desempeño y el que realmente lo ganó. Se puede tener una buena actuación en esa comparecencia y, sin embargo, perderla.
Quien va arriba en las preferencias electorales se propone no perder puntos y los que están abajo hacer que caiga el primero y ellos elevar su intención de voto.
Si quien lidera las preferencias electorales no reduce su ventaja y los que van abajo no suben, eso es lo que realmente establece quién gana y quién pierde. Eso en independencia de si su desempeño fue bueno o no.
En el debate del domingo, quienes tuvieron mejor desempeño fueron Gabriel Quadri (Panal) y Josefina Vázquez Mota (PAN). El primero hizo las mejores y más innovadoras propuestas y la segunda planteó las críticas más certeras a sus contrincantes.
El candidato que encabeza las encuestas, Enrique Peña Nieto (PRI-PVEM) tuvo un mediocre desempeño al igual que Andrés Manuel López Obrador (PRD-PT-MC). Los dos, con todo, sortearon las dificultades que les suponía el debate.
Las tendencias electorales después del debate, de acuerdo con las encuestas, no cambian y se mantienen los mismos números de preferencia bruta: Peña Nieto 37.7%; López Obrador 23.2%; Vázquez Mota 22.5%, y Quadri 2.2% (Gea-Isa, 12.06.12). La panista es la única que crece.
Así, el verdadero ganador del debate es Peña Nieto, que no ve reducida su preferencia electoral, y los perdedores López Obrador y Vázquez Mota, que no logran elevar su intención de voto y quitarle puntos al que encabeza las preferencias de los votantes.
Como se puede ver, no hay una relación directa entre el buen o mal desempeño en el debate y la intención del voto. Esta comparecencia es sólo un evento, significativo sí, pero no más que una acción en el conjunto de la campaña.
Los electores que ya tienen decidido su voto siempre ven como ganador a su candidato en independencia de cómo éste pudo haberse desempeñado. El posible efecto del debate se reduce sólo a los indecisos y, por eso mismo, sus posibilidades son reducidas.
La historia de los debates a nivel internacional muestra que sólo en raras ocasiones éstos logran modificar la intención del voto. Para que eso ocurra se necesitan tres cosas: rehuir; presentarse a la discusión; que alguien lo haga excepcionalmente bien en comparación con los otros o particularmente mal.
Los cuatro candidatos en el debate pasado no se sitúan en ninguna de estas tres condiciones y eso explica, en muy buena medida, que éste no hubiera influido en las preferencias electorales. La historia muestra que si el debate logra impactar lo hace de manera inmediata y su resultado no se ve en un proceso de días o semanas.
Así, las primeras encuestas después del debate son las que revelan si hubo o no un cambio en la intención del voto. Las que ya se conocen, como lo decíamos antes, no registran ninguna variación. Ésa y no otra es la realidad.
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martes, 12 de junio de 2012

La Ibero y sus estudiantes


La actitud crítica de los estudiantes de la Universidad Iberoamericana no me sorprende. He sido profesor en la licenciatura de Ciencia Política desde 1996 y de Comunicaciones a partir de 2007. En estos años siempre he reconocido el carácter universitario de la Ibero y constatado la inquietud de sus alumnas y alumnos.
A lo largo de estos años en más de una ocasión he tenido que salir a la defensa de la Ibero y sus estudiantes ante juicios esquemáticos e ideologizados de quienes sin conocer califican a la institución de elitista y a sus alumnas y alumnos de  “niños bien”, apáticos y sin preocupaciones de carácter social.
En los 17 años que tengo como profesor de asignatura he podido palpar de manera directa como la Ibero se ha hecho cada vez más plural y abierta. A ella asisten estudiantes de sectores de las clases medias altas, pero también, cada vez son más, de grupos de las clases medias y medias bajas.
De las y los estudiantes a los que he podido dar clases -pienso que son ya más de mil- siempre he reconocido su capacidad de tener una opinión propia de las cosas, no importa si esté o no de acuerdo con ella, pero es la suya. Valoro también su  irreverencia, antidogmatismo, su duda metódica y ganas de hacerla en la vida.
A los 46 grupos que les he dado clase, espero seguir haciéndolo, siempre me he encontrado, con muy pocas excepciones, con que todos sus integrantes son bilingües y una buena parte trilingües. He constatado también que prácticamente todos han tenido la oportunidad de viajar por el país y también por el mundo, unos más que otros, pero todos lo han hecho.
El dominio de las lenguas y el haber viajado les da una perspectiva distinta de las cosas y sin duda una idea más amplia y compleja del mundo en el que viven. De mi experiencia derivo que una parte muy importante de los estudiantes que entran a la Ibero lo hacen porque buscan el espacio plural y crítico que ella ofrece.
La actitud crítica que se hizo patente en días pasados no es un hecho casual o espontáneo sino expresión de algo común en la Ibero de ayer y también de hoy y estoy seguro que de mañana. Influye el tipo de alumnos que conscientemente ingresa a la universidad, pero también del esquema de formación diseñado por los jesuitas.
Las y los estudiantes de la Ibero, también sus exalumnos, tienen porque sentirse orgullosos de esa tradición crítica en la que también fueron formados, por sólo mencionar a algunos, Descartes, Voltaire, Moliére, pero también Fidel Castro y Charles de Gaulle.  
Me siento orgulloso de ser profesor de la Ibero, de participar de su proyecto educativo, plural e incluyente, y de contribuir, desde mis clases, a la formación consciente y crítica de sus alumnas y alumnos. No es casual que los estudiantes de la Ibero fueran el primer motor del movimiento #Yosoy132. De él escribiré en un próximo artículo.
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lunes, 11 de junio de 2012

Elección: día 70


La campaña presidencial se ha caracterizado, más que cualquier otra, por una buena cantidad de propuestas programáticas. El camino por andar es todavía mucho, pero hay que reconocer el avance tanto de los contendientes como el realizado por los medios en dar cuenta de las propuestas.
En las últimas tres semanas, la disputa ha ganado en intensidad y también ha despertado un mayor interés entre los electores, motivado por una serie de sucesos que han tenido relevante repercusión mediática.
De manera particular destacan tres: el surgimiento del movimiento estudiantil #YoSoy132; las acusaciones por supuestas ligas con el narco de exgobernadores del PRI, y la publicación en The Guardian de una nota que hace siete años había dado a conocer Proceso.
El movimiento universitario, que ha tenido buena capacidad de movilización y positiva cobertura de prensa, se debate entre dos tendencias: una que se propone como política, pero apartidista, y otra, ha resultado la mayoritaria, que se define contraria a Peña Nieto y en favor de López Obrador.
La PGR ha iniciado la investigación, a partir de información de la DEA, de supuestas relaciones y negocios con el narco por parte de Tomás Yarrington y Eugenio Hernández, quienes fueron gobernadores de Tamaulipas por el PRI. El caso ha ocupado primeras planas de los periódicos por varios días.
El londinense The Guardian dio a conocer documentos que probarían que Televisa, cuando Peña Nieto era Gobernador, le vendió una serie de programas y entrevistas para generar una imagen positiva del que después sería candidato a la Presidencia.
Los tres hechos han obligado o permitido a los candidatos pronunciarse sobre ellos o los han utilizado para golpear a sus contrincantes. La estrategia de los cuatro no ha variado gran cosa, pero se ha tenido que mover en el ruido mediático que han provocado los hechos descritos.
En ese marco, todas las encuestas, con excepción de Reforma, ofrecen los mismos números desde hace semanas, con el único cambio de que ha habido un enroque en la posición que tenían Vázquez Mota y López Obrador. El último pasa al segundo lugar y la primera al tercero. Quadri mantiene los números que obtuvo después del primer debate.
La preferencia bruta que registran las últimas encuestas es 37.6% Peña Nieto; 22.3% López Obrador; 19% Vázquez Mota y 2.6% Quadri. Hace 30 días era 38.5% Peña Nieto; 21% Vázquez Mota; 19% López Obrador y 2% Quadri. Hace 60 días 40.0% Peña Nieto; 21.5% Vázquez Mota; 18% López Obrador y 1% Quadri.
Los números no han variado, a pesar de los hechos que han tenido buena cobertura mediática y provocado intenso debate e incluso movilizaciones. Faltan 20 días para la elección. A partir de lo sucedido en estos 70 días es difícil que ocurra un cambio en las preferencias. El espacio, con todo, todavía está abierto para que se puedan modificar.
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