lunes, 29 de octubre de 2012

La sociedad civil en México

La sociedad civil en México
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Está ya en librerías mi libro La sociedad civil en México, publicado por la editorial Miguel Ángel Porrúa. Es un texto de 316 páginas, con un prólogo del doctor Jorge Alonso Sánchez, profesor emérito del Colegio de Jalisco e investigador del Centro de Investigaciones y Estudios Superiores en Antropología Social de Occidente, con sede en Guadalajara.

En los últimos 40 años, he estado ligado al desarrollo de las organizaciones de la sociedad civil en el país y también en América Latina, primero como colaborador en la acción directa, luego como consultor en procesos de evaluación y planeación estratégica, y también como estudioso del tema y miembro de consejos y patronatos.

El texto pretende responder seis preguntas: 1) ¿Cómo debemos entender hoy el concepto de ciudadanía y cómo participar en la construcción de lo público? 2) ¿Qué debemos entender por sociedad civil y cuáles son las estructuras institucionales que están comprendidas en el concepto? 3) ¿Cuál ha sido el desarrollo histórico de las organizaciones de la sociedad civil en México? 4) ¿Cuál ha sido la evolución de las organizaciones de la sociedad civil en las últimas décadas desde el punto de vista organizacional?

5) ¿Por qué es relevante el fortalecimiento institucional de las organizaciones de la sociedad civil y cómo puede darse? 6) ¿Cuál es el futuro y cuáles son los retos de las organizaciones de la sociedad civil?

En el prólogo, el doctor Alonso plantea que el autor en el texto “desentraña las preguntas que fueron guiando sus indagaciones para hacer surgir nuevos y heurísticos cuestionamientos. Desmenuza saberes académicos, críticas como participante de organismos de la sociedad civil y vivencias de servidor público para conseguir síntesis superiores. Ofrece un texto que hace avanzar en el conocimiento y que obliga al debate”.

Y añade que en el texto: “Se examina la amplia y compleja teoría sobre la sociedad civil desde la perspectiva de qué puede aportar para el mejoramiento de las organizaciones de dicha sociedad (...) realiza un seguimiento de las organizaciones de la sociedad civil en el cambiante contexto como en la obligada transformación de sus estructuras internas. Da seguimiento a datos y procesos encuadrados históricamente. Introduce taxonomías y elementos organizadores. Enfrenta problemas y los problematiza. Comparte con claridad cuáles son sus aportes y avances. Reconociendo los límites de lo presentado, delinea caminos que se abren para investigaciones futuras”.

Estoy convencido de que la sociedad civil organizada será el actor social clave a lo largo del siglo XXI y he podido constatar que en el mundo y también en México “los grupos y organizaciones se multiplican, y con ello también se abren nuevos y complejos frentes de acción. Los ciudadanos asumen papeles y ocupan espacios entes reservados sólo a la acción gubernamental. Esta nueva presencia ciudadana es uno de los datos que definen la modernidad y una de las mayores esperanzas en la construcción social del nuevo siglo”. Los invito a leer el texto.

miércoles, 24 de octubre de 2012

La sociedad civil

La sociedad civil

Por Rubén Aguilar
Twitter: @RubenAguilar
24 octubre 


Madrid. La sociedad civil “está llamada a ocupar un protagonismo superior al que ha tenido en otros momentos de la historia, lo que exige tomar conciencia de su papel...”, se dijo en el XI Encuentro Iberoamericano de la Sociedad Civil celebrado en Madrid, el 15 y 16 de octubre del 2012. Las reuniones se realizan cada dos años y la primera fue en 1992. Son ya 20 años de encuentros.

Se planteó también que “existe un amplio consenso en torno a la idea de que en un mundo globalizado es más necesario que nunca fortalecer el papel de una sociedad civil activa dentro de cada país y a escala mundial si se desea lograr un desarrollo equilibrado de los pueblos”.

Hubo acuerdo en que “se deben desarrollar acciones que hagan posible un equilibrio entre el papel que debe desempeñar la sociedad civil y su coordinación con las funciones propias del gobierno” y que ésta tiene que asumir un claro liderazgo en el cambio social y para ello debe aprovechar la cercanía que sus organizaciones tienen con la gente.

El diálogo de los más de 200 participantes de los países de Iberoamérica se organizó a partir de dar respuestas a tres preguntas: ¿cuáles deben ser las prioridades de la sociedad civil? ¿Cómo mejorar el entorno en el que actúan las organizaciones de la sociedad civil (OSC)? ¿Cómo fortalecer a las OSC y mejorar su visibilidad?

La sociedad civil de Iberoamérica debe asumir tres prioridades:

1. El impulso a la educación como factor de desarrollo personal y social e instrumento del cambio.

2. La promoción de la cultura como factor de cohesión social y desarrollo económico.

3. La generación de empleo y la promoción de la inclusión social.

La mejora del entorno implica:

1. La colaboración entre las OSC para mejorar el impacto de sus acciones.

2. La superación de la dialéctica de oposición entre lo público y lo privado, para elevar los niveles de colaboración entre las OSC y gobierno.

3. Promover la movilización de la ciudadanía para incidir en el diseño de políticas públicas que respondan a sus intereses.

Se requiere fortalecer a las OSC y para eso se propone:

1. Evaluar la efectividad de la acción y aprender de la experiencia.

2. La transparencia y la sustentabilidad para aumentar la confianza en el sector.

3. La innovación social para impulsar acciones que de verdad cambien la vida de la gente.

El encuentro muestra la importancia creciente de la sociedad civil y plantea la necesidad de que en los países de Iberoamérica se abran más espacios para que la ciudadanía y sus organizaciones participen en el diseño, ejecución y evaluación de las políticas públicas. El Estado moderno y la gobernanza no se pueden hacerse realidad sin la participación activa de la sociedad civil.

martes, 23 de octubre de 2012

El nuevo papel de la sociedad civil

Ya no es posible entender al Estado si no se conoce el papel que en él desempeña la sociedad civil, planteó Enrique Iglesias, titular de la Secretaría General de Iberoamérica (SEGIB) en el XI Encuentro Iberoamericano de la Sociedad Civil celebrado en Madrid el pasado 15 y 16 de octubre.

La sociedad civil, desde su punto de vista, debe replantear su papel a partir de la actual crisis económica que afecta buena parte de los países del mundo. Ésta marca un antes y un después en la relación entre gobierno y sociedad civil. La sociedad civil debe elevar su capacidad de intervenir, en la construcción de la política pública en el diálogo permanente con el gobierno, asegura Iglesias.

La participación creciente de la sociedad civil no es un fenómeno coyuntural sino que tiene características estructurarles y llegó para quedarse. La diferencia en el nivel de participación lo marca la calidad de la democracia de los países; a más desarrollo mayor participación.

Iglesias plantea que hoy Iberoamérica se enfrenta a 3 grandes retos: 1) una reforma educativa que garantice su calidad; 2) elevar la productividad, que exige un mayor desarrollo científico y tecnológico; 3) la reforma del Estado y el gobierno que posibilite avanzar a Estados superiores de vida democrática.

Sin la acción de la sociedad civil no se podrá enfrentar de manera consistente estos retos, afirma Iglesias, quien sostiene que el punto central consiste en que la sociedad civil participe en el diseño, la implementación y la evaluación de las políticas públicas dirigidas a resolver los retos planteados.

La nueva gobernanza de los países, del mundo, requiere un mayor involucramiento de la sociedad civil. El nuevo papel de ésta, reconoce Iglesias, se enfrenta a dos grandes problemas: la falta de comprensión de una buena parte de los gobiernos que mantiene una vieja concepción del Estado que desconoce el papel que en él juega la sociedad civil; y también la dificultad que enfrentan las organizaciones de la sociedad civil para garantizar su sustentabilidad.

lunes, 22 de octubre de 2012

El sucesor de Chávez

El presidente venezolano, Hugo Chávez, se ha decidido y la duda ha quedado despejada. Ha elegido como su sucesor, en caso de faltar, al actual canciller Nicolás Maduro (Caracas, 1962), quien ahora también lo acompañará como Vicepresidente en su cuarto mandato, que va del 2013 al 2019.

La Constitución de Venezuela establece que si el Presidente renuncia o muere en los cuatro primeros años de su gobierno se cita a nuevas elecciones, pero si ocurre en los dos últimos toca al Vicepresidente terminar el periodo. Maduro, en el primer caso, sería el candidato chavista y en el segundo el sustituto.

Así se pone fin a una carrera impulsada por el mismo Chávez entre cinco posibles sucesores: el propio Maduro; Elías Jaua, quien era el Vicepresidente; Diosdado Cabello, presidente de la Asamblea Nacional; Adán Chávez, hermano del Presidente y gobernador de Barinas, y Rafael Ramírez, ministro de Petróleo y Minas.

Maduro ha sido Canciller desde el 2006 y en los últimos tres años se le identifica como el Ministro más cercano a Chávez. Él fue el encargado de anunciar el cáncer del Presidente, en junio del 2011, y siempre lo ha acompañado a las operaciones y quimioterapias realizadas en Cuba.

Se sabe que Maduro era el candidato de Fidel y Raúl Castro, los dirigentes cubanos, y que ese apoyo resultó factor importante en la decisión que ahora ha tomado el Presidente venezolano. La presencia cubana en Venezuela se afianza con este nombramiento.

En la elección influye también que el nuevo Vicepresidente lidera al sector mayoritario, el más moderado, del Partido Socialista Unido Venezolano (PSUV), que es el fundado por Chávez, que reúne a exmilitares y civiles. Lo que más influye, con todo, es que el Presidente ha visto en él a su hombre más leal.

El ahora Vicepresidente fue chofer del Metrobús, que alimenta el servicio del Metro de Caracas, y llegó a ser el Presidente de su sindicato de la empresa. Se incorpora al chavismo tras el intento frustrado de golpe de Estado en contra del Presidente Carlos Andrés Pérez.

En 1999 formó parte de la Asamblea Nacional Constituyente y en el 2000 fue electo Diputado del nuevo Parlamento unicameral. En enero del 2006 fue designado Presidente del Poder Legislativo al que renuncia meses después para ocupar el cargo de Ministro de Relaciones Exteriores.

A Maduro se le considera un político carismático y también como un hombre afable y paciente, que viene “desde abajo” y se ha hecho a sí mismo. Chávez, el día de su nombramiento, el pasado 10 de octubre, se refirió a él como “miren dónde va Nicolás, el autobusero Nicolás. Era chofer de autobuses en el Metro...”.

Todo indica que el nuevo Vicepresidente pasó todos los “exámenes de confianza” que impuso Chávez y que éste lo considera su mejor carta para sucederlo, en caso de faltar, y continuar el proyecto de la Revolución Bolivariana. Los venezolanos en su momento decidirán.

viernes, 19 de octubre de 2012

Simposium de las Misiones Tarahumaras



Zacarías Márquez, recopilación

Colección Textos Universitarios, Universidad Autónoma de Chihuahua (UACH)

Chihuahua, México, 2011

pp.154



El texto recoge las exposiciones de los participantes en un simposio organizado por la Universidad Autónoma de Chihuahua, que tuvo como propósito analizar la presencia de las misiones jesuitas en la Sierra Tarahumara durante los siglos XVII y XVIII.

En “Thomas de Guadalajara y el compendio de la Lengua Tarahumara de 1683”, Abel Rodríguez López, de la Escuela Nacional de Antropología e Historia-Unidad Chihuahua, ofrece un esbozo biográfico de la obra de este jesuita que nació en Puebla de los Ángeles en 1648 y murió en 1720.

El padre Manuel Olimón Nolasco, de la Universidad Iberoamericana, en “Apostólicos afanes. Presencia de los jesuitas en la Sierra de Nayarit: 1722-1767”, da cuenta de la fundación tardía, ocurre en 1722, de la misión del Gran Nayar a partir del texto “Apostólicos afanes”, del jesuita José Ortega y del informe que el padre José Antonio Bogarín rinde al Arzobispo de Guadalajara en 1768 y 1769.

Sobre el establecimiento de los jesuitas en Durango durante los años de 1588 y 1589 versa el trabajo de José de la Cruz Pacheco Rojas, del Instituto de Investigaciones Históricas, de la Universidad Juárez del Estado de Durango, que se titula “Formación de la provincia Tepehuana y principios de la Tarahumara Baja”, que es el texto más amplio.

De María Cristina Torales Pacheco, del Departamento de Historia de la Universidad Iberoamericana, es “Los inicios de la tarea misional de los jesuitas en la Nueva España, s. XVI”. Hace un análisis de los elementos centrales del proyecto misional de los jesuitas y ofrece información sobre el padre Vicentij Nutij (1543-1593), conocido en Nueva España como Lanuchi, que da inicio a la actividad editorial de los jesuitas y también el padre Juan Sánchez Baquero (1548-1619), que se destacó por su labor cartográfica.

En “Segregacionismo y utopía: el programa y la acción de los misioneros jesuitas en el noreste novohispano”, Ignacio del Rio, del Instituto de Investigaciones Históricas de la Universidad Autónoma de México, ofrece un análisis crítico de la labor misionera de los jesuitas.

El trabajo final es “La arquitectura jesuita en el rectorado de la Baja Tarahumara: pautas para la comprensión de su materialidad”, de Ramón Antonio Holguín y Luis Alberto Torres Garibay, el primero ingeniero y el segundo arquitecto, que trabajan en la Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo. Su texto da cuenta del diseño, estructura y materiales usados por los jesuitas en la construcción de los edificios de las misiones.

Los textos son muy desiguales en su escritura, pero sobre todo en su calidad como investigación histórica. Todos, a pesar de eso, ofrecen información interesante que derivan de otros estudios. Son textos que tienen más un carácter de síntesis y divulgación. El trabajo desarrollado por los jesuitas en la Nueva España siempre me ha interesado y en los últimos años he puesto más cuidado al trabajo misional. En octubre de 2010 hice un recorrido de 12 días por las misiones que los jesuitas fundaron en Sinaloa y Sonora.

miércoles, 17 de octubre de 2012

Cuba, sí se salva

A la desaparición de la Unión Soviética, a principios de los 90, lo mejor que le ocurrió a los dirigentes cubanos fue la llegada de Hugo Chávez a la Presidencia de Venezuela en 1998. Los subsidios y préstamos a cargo de los soviéticos pasaron a ser responsabilidad de los venezolanos.

La relación de Fidel Castro y Hugo Chávez ocurrió de manera casual. En 1994, el Presidente venezolano Carlos Andrés Pérez recibió en Caracas a Más Canosa, líder de la disidencia cubana en el exilio, y Castro, en venganza, invitó a La Habana a Chávez, que salía de la cárcel luego de haber intentado un golpe de Estado en 1992.

Chávez quedo “deslumbrado” por Castro y la recepción que éste le brindó, me cuenta un periodista que ha sido testigo de la historia reciente de Venezuela. A partir de entonces inicia la relación de estos dos dirigentes políticos, que se ha profundizando con el tiempo.

El gobierno que encabeza Chávez “dona” 120,000 barriles diarios de petróleo a Cuba, que equivalen a unos 5,000 millones de dólares anuales, que representa 4.4% del PIB cubano, que en el 2010 llegó a los 114,000 millones de dólares.

Las autoridades cubanas envían a Venezuela, a manera de “pago”, a 30,000 médicos y 15,000 maestros para desarrollar trabajo social en las zonas más lejanas y pobres del país. Así, cada uno de estos “cooperantes” cubanos cuesta al gobierno venezolano 113,400 dólares anuales.

El reciente triunfo electoral de Chávez, que permanecerá en el poder hasta el 2019, garantiza al gobierno de Cuba otros seis años de la dotación gratuita de petróleo gracias a Chávez, que lleva 14 años en el poder.

En el 2002, después del intento del golpe de Estado contra Chávez, se intensificó la relación de éste con el gobierno cubano. Los cubanos, para la elección del 2004, apoyan a Chávez con la Operación Barrio Adentro, cuando llegan masivamente los médicos y maestros que a su labor social añaden el trabajo político en favor del candidato. Su acción resultó clave para el triunfo de Chávez.

Después del frustrado golpe de Estado, donde el Canciller Jorge Castañeda y el Presidente Vicente Fox jugaron un papel central para que Estados Unidos respetara el orden institucional y no se sumaran a los golpistas, la seguridad personal de Chávez y también la inteligencia quedaron a manos del gobierno cubano.

En la actualidad, sigue siendo un punto de tensión entre el Ejército de Venezuela y Chávez.

Henrique Capriles, el candidato opositor ahora derrotado, había anunciado que si ganaba se iba a revisar toda la cooperación venezolana con Cuba y que de inmediato se suspendería el “regalo” del petróleo y que esos recursos serían invertidos en programas del gobierno para hacer frente a las necesidades de los venezolanos. Con el triunfo de Chávez, las autoridades cubanas se salvaron. ¿Hasta cuándo?

martes, 16 de octubre de 2012

Narco: trato distinto



Los narcomenudistas y los consumidores de drogas, no los medianos o grandes traficantes, son el objeto central de la acción persecutoria de las autoridades de acuerdo al estudio “(Des) proporcionalidad y delitos contra la salud”, de la investigadora Catalina Pérez Correa, del CIDE.



Los narcomenudistas y los consumidores de drogas, no los medianos o grandes traficantes, son el objeto central de la acción persecutoria de las autoridades de acuerdo al estudio “(Des) proporcionalidad y delitos contra la salud”, de la investigadora Catalina Pérez Correa, del CIDE.

De 2004 a 2010, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) registró 298,555 averiguaciones previas por posesión, 146,634 por consumo y 809 por tráfico de drogas. De acuerdo a la ley, el consumo no debe sancionarse con la prisión.

El SESNSP plantea que en ese mismo tiempo hubo 34,830 averiguaciones previas por comercio, 4,698 por transporte, 2006 por producción, 1,649 por suministro y 55,168 que implican diversos temas relacionados con las distintas modalidades de combate al narcotráfico.

A partir de los datos anteriores el estudio establece que “las personas más comúnmente apresadas por el sistema federal son los consumidores y narcomenudistas de bajo perfil. No se trata de delincuentes que cometan actos violentos u otras conductas delictivas, sino actos simples de posesión o consumo”.

Lo anterior, añade la investigación, “constituye un problema en términos de proporcionalidad, pues implica el uso del aparato coercitivo del Estado para lidiar con conductas poco problemáticas en términos de salud individual o pública”.

El estudio revela que a pesar de que las mujeres desempeñan un papel secundario en el narcotráfico y el narcomenudeo a la hora de la persecución y el arresto son ellas el blanco principal de las autoridades. En 2004, el porcentaje de mujeres presas por delitos de narcotráfico ascendía al 63.6 por ciento y en 2009 era el 56.5 por ciento del total.

Entre las conclusiones que propone Pérez Correa está que “la criminalización de los delitos contra la salud y el uso de penas privativas de la libertad producen importantes costos a los acusados y sus familias, costos que parecen superar los daños que la política prohibicionista busca prevenir”.

Plantea también que “en las actuales condiciones carcelarias, las penas privativas de la libertad resultan lesivas para la salud de los consumidores, incluso más que el consumo de las substancias hoy consideradas ilícitas”.

Trabajos de investigación como el de Pérez Correa muestra la necesidad urgente de un cambio de estrategia en la lucha contra el narcotráfico que implica dejar atrás, poner fin, al enfoque punitivo y prohibicionista que ha demostrado su fracaso.