martes, 10 de diciembre de 2013

La Pobreza y la Indigencia se reduce en América Latina

Por Rubén Aguilar Valenzuela

No obstante, de acuerdo con datos de la CEPAL, la pobreza afecta a 164 millones de personas, lo que equivale al 27.9 por ciento de la población, cifra muy semejante con la que cerró el 2012 lo que supone un freno a la reducción de los últimos años.

Desde 2002 la pobreza en América Latina se redujo en 15.7% y la pobreza extrema (indigencia) en 8.0 por ciento y en los próximos años las tasas continuarán decreciendo, pero con un dinamismo menor, de acuerdo a la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal).
La Cepal sostiene en Panorama Social de América Latina 2013 que, a pesar de lo anterior, la pobreza afecta a 164 millones de personas, lo que equivale al 27.9 por ciento de la población, cifra muy semejante con la que cerró el 2012 lo que supone un freno a la caída de los últimos años.
El que el ritmo de la reducción de la pobreza y la indigencia disminuyan está relacionada con un menor crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB) de los países y al aumento en el precio de los alimentos básicos, según la Cepal.
En términos absolutos, la pobreza se mantendrá estable en 2013 en comparación al 2012 y la indigencia aumentará marginalmente en 0.2 por ciento, para pasar de 66 millones de personas a 68 millones las que todavía viven en esa condición.
La Cepal indica que de los 11 países considerados en el estudio de 2012 seis lograron disminuciones de la pobreza en 2013 que son: Venezuela que pasa de 29.5% a 23.9%; Ecuador de 35.3% al 32.2%; Brasil de 20.9% al 18.6%; Perú de 27.8% a 25.8%; Argentina de 5.7% a 4.3% y Colombia de 34.2% a 32.9 por ciento.
La pobreza se mantuvo estable en Costa Rica con 17.8%; El Salvador con 45.3%; Uruguay con 5.9% y República Dominicana 41.2 por ciento. En el único país que aumentó fue México que pasó del 36.3% a 37.1%. Un crecimiento del 0.8  por ciento, que es marginal, pero está ahí y no puede ignorarse.

viernes, 29 de noviembre de 2013

La comunicación del Papa Francisco

Por Rubén Aguilar Valenzuela

La figura del papa siempre llama la atención de los medios de comunicación, particularmente en el Occidente cristiano. Esa no es una novedad, pero sí lo es la cobertura prácticamente diaria que tiene el papa Francisco desde que sucedió a san Pedro. Es también notable el tratamiento positivo que dan los medios a lo que hace y dice el nuevo obispo de Roma. En seguida ofrezco cinco ideas que intentan explicar este fenómeno mediático.

1) La personalidad.
Proyecta una naturalidad y frescura poco comunes entre quienes ejercen cargos de poder y en particular en el anquilosado aparato eclesiástico. Las personas se identifican con quien es normal como siempre aparece este papa. Impresiona, eso incluye a los medios, que quien detenta el poder, en este caso religioso, actúe con naturalidad y sencillez.
Eso, por contraste de lo que se espera, se convierte en noticia positiva que interesa tanto a creyentes como a no creyentes.

2) Sus actitudes.
El tema está relacionado con el anterior, pero es distinto. Quien ejerce el poder, también los jerarcas de la iglesia católica, actúan mediados por un séquito que los acompaña y resuelve su vida. Ellos, por ejemplo, serían incapaces de pagar su cuenta de hotel, como lo hizo el papa, o cargar su portafolio, como también lo hizo al bajar del avión a su llegada a Brasil, que provocó todo tipo de comentarios. Nunca tomarían el teléfono para llamar de manera directa, como sí lo hace el papa, a sus ciudadanos o en este caso a sus fieles. Con frecuencia los hombres del poder parecen “inválidos” o incapaces de hacer las cosas, incluso por menores que sean, por sí mismos. El papa da la impresión, a partir de hechos verificables, de que actúa por su cuenta y no necesita de un séquito quele acompañé. Eso despierta simpatía entre la gentes y también en los medios que por ser un comportamiento excepcional, se espera otra reacción de un papa, lo hacen noticia.

3) La autenticidad.
Tiene relación con los dos temas anteriores, pero vale por sí mismo. La mayoría de quienes tienen cargos de poder, incluye a los burócratas de la iglesia católica, nunca parecen auténticos. Su comportamiento es acartonado y actúan conforme a un libreto aprendido con anterioridad que les señala cómo se deben comportar con relación a la “dignidad” o “envestidura” de su cargo. Normalmente siguen patrones de comportamiento aprendidos en el sector o grupo en el que se han formado. El papa parece romper con ese viejo modelo, tan propio de los políticos y la iglesia, y actúa como era antes de asumir esta responsabilidad. No se deja llevar por los “usos y costumbres” sino todo indica que se mantiene fiel a su manera de ser. El cargo no le impresiona. La autenticidad siempre es atractiva y en los hombres del poder se convierte en noticia.

4) Capacidad comunicativa.
Muchos de quienes ejercen cargos públicos, también los jerarcas de la iglesia, huyen a los medios porque no les gusta, no se sienten bien o les tienen miedo. Lo más frecuente
es que simplemente no han desarrollado la capacidad de comunicarse. Son excepcionales los personajes que ejercen el poder que saben hacerlo bien y cuando se da el caso obtiene reconocimiento por eso. La formación -los años de jesuita- y las tareas del ahora papa, primero como profesor y luego como pastor, lo han ejercitado en el arte de saber transmitir bien lo que quiere posicionar en las audiencias, que ahora también incluye a los medios. A esa capacidad ejercitada a lo largo de los años se añade su habilidad, intuición o conocimiento para elegir el lugar y el tiempo en el cuál decir las cosas. Todo indica que el papa tiene un don especial, que le es natural o lo ha desarrollado, para saber comunicarse.

5) El contenido del discurso.

Lo más importante de entre todo lo anterior es la capacidad del sucesor de Pedro para plantear nuevos temas e ideas y salirse de la zona de confort de lo políticamente correcto en la que se mueven la mayoría de los hombres del poder, que incluye la nomenclatura eclesiástica. En una iglesia católica conservadora y doctrinaria, que está muy alejada de sus fieles, como él reconoce, los nuevos planteamientos del papa son bocanada de aire fresco y siempre noticia por su novedad. El papa teológicamente es conservador, pero su convicción humanista y su compromiso con el otro lo llevan a trascender barreras ideológicas. Un ejemplo es la pregunta que le hicieron sobre los gais, que en lugar de ofrecer el planteamiento oficial de la iglesia con profundo sentido de la fraternidad responde de manera auténtica, porque así lo vive, quién es él para juzgar.

A manera de conclusión
El papa es un gran comunicador. Lo demuestra todos los días. Pero su éxito, sin dejar de reconocer esa capacidad, no está ahí. Su fuerza y atractivo mediático está dado porque siendo un hombre del poder, en su caso eclesiástico, rompe con los esquemas preestablecidos y actúa con sencillez, empatía con el otro y también con autenticidad. Todo eso por contraste de cómo se comportan los hombres del poder llama la atención de las audiencias, creyentes o no creyentes, y también de los medios. Lo más importante, con todo, es el contenido de sus mensajes. Plantea cosas nuevas para la iglesia y el mundo. Son ideas simples, pero poderosas: justicia, fraternidad, no juzgar al otro, rechazo al boato del poder, autenticidad, sencillez y honestidad. No son poca cosa si se está dispuesto a vivirlas.

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Secuestros

Por Rubén Aguilar Valenzuela

En el 2012 se denunciaron 1,300 secuestros. Las autoridades saben desde siempre que el número es mucho mayor, pero las familias de los secuestrados no tienen confianza en las autoridades para hacer la denuncia correspondiente. Éstas piensan que la policía es incapaz, pero también que detrás de ese crimen puede estar la autoridad o ella podría entregar la información a los secuestradores.

Desde hace tres años, el INEGI se dio a la tarea de diseñar una encuesta que a nivel nacional pudiera dar cuenta precisa del número de los secuestros que año con año tienen lugar en el país. La Encuesta Nacional de Victimización y Percepción sobre Seguridad Pública (Envipe) se ha aplicado en el 2011 y el 2012.

La encuesta del 2013 arroja que el número de los secuestros —bajo cualquier modalidad, que incluye el tipo exprés— asciende a los 105,000. Una cantidad 100,000 veces mayor que la denunciada. El número se mueve en el rango de los años anteriores, pero tiende a crecer.

Las cifras de la Envipe 2013, también de las anteriores, pueden ser consultadas en la web del INEGI. En sólo tres países del mundo —entre ellos México, los otros dos son Suiza e Italia— existe una metodología tan exacta como la que ahora utiliza el INEGI para medir la cantidad de los secuestros.

La metodología, que en esta ocasión contempló una amplísima muestra estadística de 95,810 viviendas distribuidas en todo el territorio nacional, permite “limpiar ruidos” en las respuestas; tales como que el evento sucedió un año antes o de que se pudiera multiplicar al ser informado por distintas personas de una misma familia extensa.

Hay quienes han querido descalificar la nueva metodología del INEGI, que arroja cifras terribles; pero no hay duda de que la Envipe, realizada con los más altos estándares internacionales, es ahora el indicador más confiable que tenemos en materia de secuestro y también en robo y extorsión.

El secuestro tiende a elevarse, así ha ocurrido en los últimos tres años. Constituye uno de los delitos que causa más preocupación y también contribuye a la percepción de que la inseguridad es muy alta.

La estrategia de comunicación del nuevo gobierno ha logrado que el tema de la seguridad y la violencia no estén en un primer plano mediático, pero no lo ha resuelto.

La encuesta también revela que los secuestradores, en 70% de los casos, obtienen algo de lo que se habían propuesto en términos de recursos económicos y que cuando un secuestro dura más de tres días se eleva hasta en 100 por ciento.

Los crímenes como el robo, secuestro y extorsión —todos contemplados en la Envipe— son los que realmente preocupan a la sociedad.

Contribuyen a generar una percepción de inseguridad y miedo como la que ahora existe, con algunas variables, en casi todos los estados del país. La superación de esta problemática requiere la acción concertada de los tres órdenes de gobierno.


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martes, 26 de noviembre de 2013

Cultura organizacional: Las buenas prácticas

Por: Rubén Aguilar Valenzuela

Quince buenas prácticas para una nueva cultura organizacional

Hay suficiente evidencia de campo para plantear que una nueva cultura organizacional, tanto de las empresas como de las Organizaciones de la Sociedad Civil (OSC), debería reconocer e integrar las siguientes quince buenas prácticas:

1) Mejora y cambio continuo
Trabajar en base a la creatividad e innovación que aprovecha la experiencia obtenida y genera ventajas competitivas a partir de la mejora continua.

2) Trabajo en equipo
Los integrantes comparten sus conocimientos y trazan líneas de acción conjunta. Permite también la mayor cercanía y confianza entre sus integrantes.

3) Identidad con la cultura
Personal con sentido de pertenencia y comprometido con la cultura que plantea la organización, con su ética y valores.

4) Liderazgo
Líderes con visión de futuro que fomenta la innovación y promueven la iniciativa quienes integran la organización.

5) Comunicación
En la medida que los miembros de la organización están informados y existen buenos canales para saber lo que pasa garantiza la unidad de propósitos.

6) Capacitación y desarrollo
Impulso constante al desarrollo de las capacidades del talento humano con el que cuenta la organización.

7) Equidad y género
Todos deben tener las mismas oportunidades para crecer y desarrollarse y deben respetarse y reconocerse las diferencias de género en el marco de la equidad.

8) Orientación al usuario
Brindar trato justo y esmerado a todos los usuarios en sus solicitudes y reclamos considerando que el fin de la organización es el servicio a las personas y la comunidad.

9) Enfoque a resultados y productividad
Lo que se obtiene se valora en razón de la capacidad de cumplir con los objetivos y metas propuestos (eficacia) y con la mayor rentabilidad posible (efectividad).

10) Incorporación de tecnología moderna
Incorporar en la medida de las posibilidades los avances tecnológicos, para siempre estar en condiciones de ofrecer el mejor servicio.

11) Recompensas y reconocimientos
Brindar los incentivos económicos y no económicos que reconozcan y premien el esfuerzo en el marco de una política clara y transparente donde todos tienen las mismas oportunidades.

12) Normas y proceso claros
Buena parte de la cultura organizacional se expresa a través de formas en que se organizan y hacen las cosas, que se traduce en conductas.

13) Transparencia y rendición de cuentas
Se debe tomar una actitud proactiva para informar dentro y fuera de la organización lo que se hace, el por qué se hace y también de los resultados de la acción.

14) Calidad de vida laboral
El logro de las organizaciones se obtienen a través de la acción de sus miembros y éstos deben contar con las mejores condiciones y medios, para realizar su actividad.

15) Balance de trabajo y familia

Debe haber una buena relación entre el tiempo que se dedica al trabajo y el que se pasa con la familia. Cuando no se hace salen dañados trabajo y familia.

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lunes, 11 de noviembre de 2013

Reseña: El talón de hierro

Por Rúben Aguilar Valenzuela

A 106 de la primera edición de este libro de Jack London, los protagonistas se mantienen como eso que todos queremos ser: buenos, consecuentes, amorosos con los demás. Un hombre y a una mujer ideales, figuras paradigmáticas que nos sirven de referentes como recordatorio de eso que queremos y debemos ser.


El talón de hierro
Jack London
Editorial Ayuso
Madrid, 1976
pp.249


El estadounidense Jack London (1876-1916) publicó este texto en 1907. Ya son 106 años de la primera edición.  Anatole France escribió un prólogo para la novela en 1923. Los personajes centrales son Ernest Everhard y Avis, su compañera. Ella, mujer de la alta sociedad estadounidense, se enamora de un revolucionario que transforma su vida, para también convertirse en una activista social en busca que el mundo sea más justo y digno para todos.

Ella narra, en calidad de testigo directo, los sucesos que conmocionan al mundo a principios del siglo XX. De pronto el relato se ve interrumpido. Ese manuscrito se encuentra siete siglos después cuando ya en el mundo se vive en una época de justicia y fraternidad. El texto encontrado tiene las notas de sus editores donde 700 años después comentan lo que cuenta Avis y lo que siguió después.

London, a partir de su formación socialista y sus propias convicciones, se propuso con esta novela anticipar los grandes acontecimientos históricos del siglo que en ese entonces apenas comenzaba. Desde el hoy podemos ver qué de esta visión prospectiva sí tuvo lugar y qué no. Como periodista, London cubrió la invasión estadounidense de Veracruz en 1914.

El mundo que describe es el de una sociedad capitalista oligárquica controlada por las grandes empresas de carácter monopólico. Éstas se han apoderado del poder político y han establecido un régimen dictatorial que controla todas las decisiones políticas y a través de los medios de comunicación, también en sus manos,  distribuyen una propaganda que tiene como objeto legitimar el estado de cosas.

Los intentos revolucionarios de derrocar a la dictadura fracasan. El primer gran levantamiento inicia en la “Comuna de Chicago”. Los trabajadores se enfrentan a las fuerzas de la dictadura, pero son derrotados. En un segundo levantamiento, Ernest Everhard es asesinado. El relato de Avis se suspende abruptamente. Las notas de los editores refieren el fracaso de esta segunda revuelta y de la continuación de la lucha. Al fin, siglos después, el régimen de “El Talón de Hierro” es eliminado y sustituido por el gobierno de “La fraternidad del hombre”.

En su tiempo esta novela fue elogiada por escritores como León Trotsky, George Orwell y también por el premio Nobel de Literatura, el francés Anatole France. A London la publicación del texto, a pesar de que ya era un literato conocido, le resultó difícil, pero una vez publicada resultó un éxito tanto en Estados Unidos como en Europa. Hasta antes de la II Guerra Mundial el libro se seguía leyendo en círculos de trabajadores y grupos de izquierda.

Ernest y Avis aparecen en la novela como verdaderos santos. Ellos son eso que todos queremos ser: buenos, consecuentes, amorosos con los demás. London nos presenta a un hombre y a una mujer ideales. Pienso que para él como para mí, esas figuras paradigmáticas nos sirven de referentes, como recordatorio de eso que queremos y debemos ser. La obra me impactó y me dijo mucho. Es un desarrollo de los valores básicos como la valentía, la entrega, el amor, la lucha por la justicia y el bienestar de los otros.

jueves, 24 de octubre de 2013

El PAN y el Pacto por México

Por Ruben Aguilar Valenzuela

El presidente del PAN, Gustavo Madero, siempre ha defendido la presencia de su partido en el Pacto por México cuando senadores y diputados de la llamada ala calderonista se han pronunciado en su contra y han pedido que se revise la permanencia del partido en él. Días atrás, declaró que éste tiene “fecha de caducidad” y probablemente se extinga antes del 2015.

La afirmación la hizo en su participación en el IV Foro de la Democracia Latinoamericana, donde coincidió con los dirigentes del PRI, César Camacho, y del PRD, Jesús Zambrano, los otros signatarios del Pacto. Sobre el Pacto, ahí sostuvo: “A mi juicio(…), es una solución transitoria, no permanente. De hecho, no sólo es temporal, sino que, si no se hace al principio de una Administración, difícilmente se puede instrumentar a la mitad de ésta”.

En su versión, el PAN está en el Pacto “en gran parte” porque “el tema de cómo acceder al poder en México no está resuelto de manera adecuada, y menos el de cómo se ejerce el poder”. Añade que es necesario cambiar eso y que la reforma política que se trata de sacar adelante, todavía en el marco del Pacto, puede generar las condiciones para avanzar en esa agenda con el fin de que “empiece a florecer la democracia en los estados, que es donde vamos más atrasados”.

Para el dirigente del PAN, el Pacto se parece a un “diablito” (el dispositivo ilegal que se utiliza para conectarse al cableado eléctrico) que se le puso “al sistema político para que pasara toda la corriente, toda la energía, la alta tensión que traen estas reformas, pero en un momento dado habrá cumplido su objetivo”.

La postura de los otros dos dirigentes partidistas no coincide con la que sostuvo Madero. Camacho, el presidente del PRI, adelantó que podría haber nuevas ediciones del Pacto por México y añade: “Si queremos que el panorama cambie, tenemos que consolidar estas reformas transformadoras de las que se ha hecho cargo el Pacto por México. Y, eventualmente, que haya una segunda o más ediciones”.

Él piensa que la mecánica se puede mejorar y perfeccionar cuando plantea que “independientemente de que el mecanismo como tal subsista, si se mantiene la voluntad por transformar, el compromiso con México y ese talento para ubicar cuáles son los temas prioritarios, creo que las cosas pueden mejorar”.

La postura de Jesús Zambrano, el presidente del PRD, no compromete una fecha de caducidad del Pacto y sostiene: “Lo cierto es que todo mundo pareciera que estamos dispuestos a seguir construyendo entre tres los posibles acuerdos; a ver si los diferendos son de tal tamaño entre nosotros que definitivamente nos imposibiliten caminar juntos”.

Él asegura tener “la confianza, también el optimismo, de que así como hemos venido transitando hasta hoy, por lo menos en los grandes temas que tenemos enfrente, podamos ponernos de acuerdo”, que incluye la reforma en materia política y electoral como también lo plantea el PAN. ¿Habrá de subsistir el Pacto por México? Hay razones para pensar que sí, pero otras llevan a la consideración que se puede terminar al final del 2014. Ya se verá.

martes, 1 de octubre de 2013

Los Salarios del Factor 20

Por Rubén Aguilar Valenzuela

En América Latina las diferencias entre los salarios más altos de los directivos empresariales y los empleados pueden ser de 1,000 a 1. La propuesta en los países en desarrollo es que no superen 20 veces el salario mínimo, para no atentar contra la reproducción de su sistema de desarrollo ni contra la paz social.

La diferencia entre los ejecutivos mejor pagados y los empleados de las empresas ha pasado de una relación de 24 a 1 en 1965. a una de 325 a 1 en 2011, de acuerdo a un estudio del austriaco Christian Felber (1972), profesor de Economía Alternativa en la Universidad de Viena.

El hecho es que esta tendencia, que ya es abismal, tiende a crecer. Por eso Felber, que también es portavoz en Austria de ATTAC (Asociación para la Tasación de las Transacciones Financieras y la Ayuda al Ciudadano) propone que los sueldos más altos no superen 20 veces el salario mínimo.

Esta propuesta que podría a primera vista sonar muy radical o extravagante también la ha hecho Klaus Schwab, fundador del Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, que se reúne todos los años. En la reunión que se celebró en esta ocasión propuso que se limitara la renta en el “factor 20” y así los salarios mayores no sean veinte veces superiores al salario mínimo.

De acuerdo a Felber, la “economía del bien común” exige la limitación de la desigualdad porque de otra manera, de seguir así, se atenta contra la reproducción del propio sistema y con ello de la paz social. Él, que se considera un liberal, plantea que “para salvaguardar las libertades hay que poner límites por motivos liberales”.

La idea de Felber y Schwab no es utópica, aunque a más de uno así le parezca, pero sí se trata de una propuesta de vanguardia que se adelanta a lo que tal vez en algunos años se vuelva una realidad y una práctica aceptada en los países más desarrollados.

Este noviembre en Suiza se hace un referéndum sobre la implementación en las empresas el “factor 12”, es decir que el salario más alto de un directivo no pueda ser doce veces más alto del que ganan los trabajadores. Habrá que ver cuál fue la decisión de los suizos.

En América Latina las diferencias entre los salarios más altos de los directivos empresariales y los empleados son todavía mucho más altos que los señalados por Felber. La relación puede ser de 1,000 a 1 o todavía más profunda.

Es cierto que la pobreza y pobreza extrema se ha reducido en América Latina y que la tendencia es que esto siga, pero al mismo tiempo se ha incrementado la desigualdad social. Los Estados, gobierno y sociedad civil, están obligados a encontrar y poner en práctica políticas públicas que frenen la desigualdad.