Por: Rubén Aguilar Valenzuela
Como mucha de la literatura que se hace hoy en español, la obra pone un especial cuidado en el estilo y el lenguaje para que ambos hablen por sí solos, en esta historia de un alto ejecutivo que se queda desempleado.
Fecha
Tonto, muerto, bastardo e inservible
Juan José Millás
Editorial Alfaguara
Madrid, 1995
pp.241
En la cuarta de forros se propone: "Un alto ejecutivo se
queda en paro y decide rehacer su vida al margen de todo lo que lo
rodea, contando con su imaginación como su única aliada. A partir de
ahí, y desde el mayor de los sarcasmos, nuestro personaje vivirá como
una aventura fantástica cualquier hecho cotidiano. Crea el protagonista
un mundo propio, pero con símbolos y gestos universales. Unas veces
siendo él mismo, otras haciéndose pasar por otro, otro que actúa con la
insolencia y el respaldo de la locura más cruda" y añade que esta obra
"es un apasionante juego de encuentros y desencuentros con el amor, la
soledad, el sexo, la amistad, la vida y la muerte, en definitiva" y que
más que una novela "es también una crítica a nuestra sociedad, hilvanada
en un lenguaje lúcido y brillante. Genial".
Como
mucha de la literatura que se hace hoy en español la obra pone un
especial cuidado en el estilo y el lenguaje, para que ambos hablen por
sí solos. Son parte de la obra. Pienso que hay una clara intención de
que el lenguaje sea uno de los personajes centrales y si no que el
central. Mi impresión es que el tema resulta marginal en la búsqueda de
las posibilidades del estilo, de la forma de la lengua. Hay apuntes
críticos a la realidad española y también un original juego en el
tránsito permanente entre la realidad y el mundo que se ha creado por
parte del personaje. El que éste sea un desempleado, fenómeno
preocupante en España, no es un accidente. Han pasado 18 años de que
apareció por primera vez la novela y el problema del desempleo, la
condición que vive el "ejecutivo" de la misma, alcanza ahora a más del
20 por ciento de la población española.
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