viernes, 8 de junio de 2012

La Tregua


El autor narra su salida-liberación de Auschwitz y su regreso a Italia, su país, pasando por cinco meses como refugiado en Rusia. Sólo cuenta, con sencillez, sin aspavientos, la cotidianidad de la vida después de la salida y la pesadilla que resulta la liberación en manos de las autoridades rusas. De Auschwitz a Cracovia y luego a Katonwice, en Polonia, para terminar en Staryje Doroghi, en la planicie rusa, y luego, después de meses, regresar en un viaje de 35 días a Turín, su casa. De 730 italianos que ingresaron con él a los campos de exterminio sólo salieron con vida tres.
La historia da cuenta de la sobrevivencia, de cómo los seres humanos actúan, para poder vivir. Miseria y grandeza. La definición y adquisición de lo básico. Frente a eso todo lo demás es superfluo. Lo fundamental, no hay más, es el comer y dormir, el comunicarse, el ser alguien para los otros, que es la manera de serlo para sí mismo. La obra es también un tratado sobre la memoria. Los hechos ocurren en 1945 y él escribe en 1961-62. ¿Qué se recuerda? ¿Por qué narrar esto y aquello no? ¿Qué hace se privilegien unos hechos y otros se dejen?
Es también una amorosa visión de los seres humanos y de sus vidas, de la vida misma. No hay buenos o malos y sí personas en el límite y en busca de sobrevivir. Es también un retrato del pueblo ruso, de los paisajes y de la burocracia socialista perdida y entrampada en sí misma. Nunca hay mala voluntad, pero sí una manera de ser y de hacer. Dulzura, ingenuidad, miedo, al fin hombres y mujeres hijos de un pueblo y una realidad.
En pinceladas se ofrece una visión del pueblo alemán y también se hace un reclamo. ¿Sabían lo que pasaba? ¿Cómo podían vivir si estaban enterados? Es al fin y, sobre todo, su historia personal y la manera de vivirla y pensarla. La tiene que contar. La pesadilla está ahí y regresa, pero hay que liberarse de ella.
-- 
Twitter: @RubenAguilar
Facebook: http://on.fb.me/wxlPuC
Sitio: www.miscuadernos.com.mx

No hay comentarios:

Publicar un comentario