martes, 19 de febrero de 2013

Trabajo en red



Las experiencias de las OSCs que trabajan en red en América Latina muestra que éstas crecen en conocimiento del sector y sus posibilidades; se hacen de nueva información y conocimientos sobre los temas de su especialización.

Por: Rubén Aguilar

Crece el consenso sobre que el trabajo en red constituye una  característica distintiva de la acción desarrollada por las  Organizaciones de la Sociedad Civil (OSCs) y que esta modalidad genera alianzas y sinergias en el sector, para hacerlo más efectivo y lograr un mayor impacto.

El trabajo en red se entiende como la articulación concertada de las OSCs que trabajan en torno a un mismo tema con el propósito de sumar esfuerzos y recursos y así obtener mejores resultados del trabajo si cada OSCs lo hiciera de manera individual.

Se asume que el trabajo en red, que implica superar posiciones localistas y sobre todo individualistas, potencia la acción que desarrolla cada una de las partes que integran la red, que opera como el todo, y crecen las posibilidades de éxito de lo que se proponen realizar.

Las experiencias de las OSCs que trabajan en red en América Latina muestra que éstas crecen en conocimiento del sector y sus posibilidades; se hacen de nueva información y conocimientos sobre los temas de su especialización; se generan nuevos niveles de exigencia y profesionalismo;  actúa como un benchmarking, que permite ubicarse mejor con relación a los otros; se obtienen mejores resultados y mayor impacto de los mismos.

El trabajo en red exige, por lo menos, seis grandes requisitos: 1) Superar el individualismo: Asumir que en la relación con los otros se puede hacer más y tener mayor visibilidad, influencia e impacto; 2) Compromiso: Estar presente en toda la dinámica (proceso) y la voluntad de participar hacerla acción; 3) Confianza: Asumir que los otros buscan lo mismo y no tratan de sacar ventaja; 4) Compartir: Estar dispuestos a poner en común las experiencias, los conocimientos; los recursos humanos, materiales y financieros; 5) Apertura: Reconocer que hay puntos de vista y prácticas distintas a las propias, pero que todas suman; 6) Construcción común: Asumir no hay cosas hechas y la acción se diseña en conjunto con los otros.

Las posibilidades de éxito del trabajo en red dependen de la capacidad que se tenga de responder con mucha claridad a la pregunta: ¿Qué queremos lograr con el trabajo en red? A partir de esta respuesta, en la que todos deben coincidir, se construye todo lo que sigue. Sin una respuesta precisa y consensada no hay posibilidad de avanzar y seguramente se habrá de fracasar.

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