Tomás Eloy Martínez
Editorial Alfaguara
Buenos Aires, 2009
pp. 340
En 1978 cuando se publica la primera edición, el autor vivía en Caracas exiliado de la dictadura Argentina. En 1998 y en 2009 hubo una segunda y tercera edición. A cada una de éstas se añadieron dos nuevos textos. Los artículos de la edición de 1978 fueron publicados en periódicos y revistas de Buenos Aires y Caracas entre 1964 y 1977. Los que se añaden en las siguientes publicaciones se escriben entre 1992 y 2008. La obra se divide en tres partes: Eclipse, Destrucciones y Addenda.
La primera, Eclipse, presenta 14 retratos biográficos de personajes en los días de su muerte. El autor dice de los mismos que “las circunstancias a las que aluden estos fragmentos son veraces; recurrí a fuentes tan dispares como los testimonios personales, las cartas, las estadísticas, los libros de memorias, las noticias de los periódicos y las investigaciones de los historiadores. Pero los sentimientos y atenciones que les deparé componen una realidad que no es la de los hechos sino que corresponde, más bien, a los diversos humores de la escritura. ¿Cómo afirmar sin escrúpulos de conciencia que esa otra realidad no los altera?”.
Los personajes -escritores, artistas y políticos- de los que Eloy Martínez cuenta los días de su muerte son: Juan Domingo Perón; Juan Manuel de las Rosas; Ezequiel Martínez Estrada; José Antonio Ramos Sucre; Vicente Gerbasi; Guillermo Meneses; Saint-John Perse; Martín Buber; Macedonio Fernández; Felisberto Hernández; José Bianco; José Lezama Lima; Manuel Puig y Augusto Roa Bastos.
En Destrucciones, la segunda parte, ofrece un reportaje sobre los muertos y los vivos-muertos de los bombardeos de Hiroshima y Nagasaki, escrito en 1965. Y contienen un texto sobre la destrucción-desaparición del barrio La Pastora en Caracas y otro que describe la matanza de indios cuivas en La Rubiera. La tercera parte, Addenda, reúne cuatro trabajos: la traducción al español del poema Sequía de Saint-John Perse que Eloy Martínez hizo con Gloria Alcorta y Perse aprobó; una carta que Felisberto Hernández escribió a la última de sus esposas, Reyna Reyes; un texto biográfico de Jorge Luis Borges sobre Macedonio Fernández y un grupo de testimonios de las víctimas de la bomba atómica.
La escritura de Eloy Martínez se mueve en el límite permanente entre el documento objetivo y la literatura. Es el ir y venir entre la realidad y la ficción. Ese estilo tan propio y original que alcanza la perfección en Santa Evita, pero que ya está presente en estos primeros trabajos. Con respeto y delicadeza, el autor penetra en los momentos íntimos de personas que están al borde de la muerte. Ahí sin nada que la adorne o evada está al desnudo la condición humana; la de grandes personajes y también de las personas sencillas que mueren a consecuencia del terrible ataque nuclear en Hiroshima y Nagasaki.
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