miércoles, 23 de noviembre de 2011

Michoacán: ganadores y perdedores

En la elección de Michoacán no sólo ganó Fausto Vallejo, el candidato del PRI, y perdieron Luisa María Calderón y Silvano Aureoles, los representantes del PAN y el PRD, respectivamente. El resultado es causa de que otros sujetos de la política pierdan y ganen.
En el PRI: fue desplazado hace 10 años de la gubernatura y no era competitivo, pero ahora es la primera fuerza. Este triunfo estatal y nacional posiciona a la marca como ganadora. En el electorado se alimenta la idea de que es una buena posibilidad para el 2012.
Gana también el cuestionado presidente del PRI, Humberto Moreira, muy presente en la elección. El resultado lo empodera en el partido y aleja la posibilidad de que abandone su actual responsabilidad.
Enrique Peña Nieto, el seguro candidato presidencial del PRI, también gana. Ésta es la última elección estatal antes de la federal del 2012. Ninguna de ellas es indicativa de lo que ocurre en la presidencial pero sí contribuye a posicionar a su candidato.
En el PAN: pasa de ser la segunda fuerza pero se participa para ganar. La marca pierde imagen y posicionamiento nacional. La percepción que se había construido era de triunfo y al no hacerse realidad provoca un efecto boomerang sobre los electores.
El presidente de la República, Felipe Calderón, también pierde. Que su hermana sea la derrotada cuenta. Se reduce su capacidad de maniobra en su partido y también de intervenir en la elección interna de los candidatos a la Presidencia.
Gustavo Madero, presidente del PAN, es otro perdedor. Se piensa que las encuestas previas a la elección que daban el triunfo al partido captaban la realidad pero el día de la elección fue mejor la capacidad de operación del PRI que la del PAN. Así se explica la derrota.
Los aspirantes (Josefina Vázquez Mota, Santiago Creel Miranda y Ernesto Cordero Arroyo) que buscan estar en la elección presidencial del 2012 también pierden. Ellos apoyaron de manera decisiva a la candidata del PAN pero la percepción es que su apoyo no la hizo ganar.
En el PRD: de ser la primera fuerza pasa a la tercera. Es el gran perdedor. La marca pierde imagen y posicionamiento estatal y nacional. Esta derrota se añade a otras (Zacatecas, Baja California Sur) que generan la percepción de que es un partido incapaz de ganar.
El gobernador Leonel Godoy pierde. En el PRD se le acusa de que la mala imagen de su gestión influyó en los resultados. Los chuchos también son perdedores. Ellos tienen el control del partido y la percepción es que no han sido capaces de conducirlo a la victoria.
La situación para Andrés Manuel López Obrador, candidato del PRD, es ambivalente. De un lado pierde porque participa de un partido que no gana y de otro se empodera porque puede culpar a la actual dirección del PRD de la derrota. En más de una ocasión ha dejado ver que si tuviera la conducción serían ganadores.

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